BOLDWOMAN SERIES_ DELFINA DIB #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA
¿Quién es Delfina Dib?
Delfina es una mujer argentina. Bueno, yo nací en Argentina pero ahora vivo en Bogotá. Siempre me gusto mucho la música. Mucho, mucho, mucho. Desde muy chiquita, desde antes de nacer tenia una conexión con la música muy fuerte. Y a partir de allí entendí que era mi manera de sanarme y expresarme en la vida, decidí que mi vida fuera por ese camino: el hacer música. Delfina es eso, una persona que se la jugó por hacer lo que le gusta y por seguir sus sueños. Con todo el peso y el valor que tiene eso, ¿no?
¿Cómo llega Delfina a Colombia?
Ehhmm, llegué a Colombia porque en Argentina conocí un productor Colombiano. En ese momento no estaba haciendo música con mi banda, habíamos frenado unos meses y justo lo conocí a él. Era un amigo de mi hermana, y me propuso pasarle mi música, lo que hacía. Se lo pasé, le encantó y me dijo propuso venir a Bogotá. Yo no quería venirme a vivir a Bogotá, no conocía a nadie aquí y tenía mi proyecto en Argentina. Estaba comprometida con otras cosas, pero había algo que me llamaba la atención. Entonces me vine dos meses —enero y febrero de 2014—, y me di cuenta que me quería quedar. Me devolví a Buenos Aires, saqué mi visa, guardé todas mis cosas, vendí toda mi ropa, regalé todos mis muebles, todo lo de mi casa porque vivía sola y me vine.
Es tomar riesgos…Y lo más lindo fue que cuando llegué, no fue nada como lo que esperaba. Como que todo el plan que yo tenía se desarmó y se armó. Se empezó a construir mi camino realmente. Al principio tuve miedo porque venía muy segura de lo que venía a hacer y a buscar, y cuando llegué me di cuenta de que nada de eso iba a pasar. Tenía que reconstruirme.
¿Qué tan difícil fue ese momento?
Siento que cuando todo se desarmó, automáticamente algo se empezó a construir. No se, fue como cuando se le cae la piel a la serpiente pero de una vez le sale la nueva. Fue algo así, muy fuerte. Fue un transcurso de dos semanas donde el destino, la vida, yo misma, mis pensamientos, me pusieron a muchas personas que son las que hoy en día están al lado mío. Así como se me desarmó un lado se me armó otro. Creo que me ayudo mucho decir: “No voy a volver, no es como lo pensaba pero no voy a volver”. No me permití cangrejear. Dije “No, vamos para adelante, TUN, lo que sea” (risas). Siempre pensé eso. Ya estaba acá, haber tomado la decisión de irme y dejar un montón de cosas allá no había sido fácil, pero tampoco difícil porque ya había tomado la decisión. Estaba re segura de lo que quería. Entonces, fue bueno animarme a quedarme.
¿Qué define a Delfina?
Dirección. Siento que tengo una dirección muy clara. Es como mi motor para que todas las piedritas que se me crucen, poder patearlas muy rápido y seguir. Siento que tengo el instinto de no frenar. Hay que frenar, es necesario frenar. Hay que callarse, escucharse, quedarse todo un día tirado en la cama. Hay que saber hacer esas cosas que son muy difíciles, pero el motor, el impulso…Siento eso, que tengo como un impulso muy grande de hacer lo que me gusta. Es el compromiso de no parar y de seguir.
¿Por qué haces lo que haces?
Me gusta mucho comunicar a través de las canciones. Si bien, a la hora de escribir no pienso en la cabeza de la gente, sino que sale de mi mente y mi corazón, y el resultado de eso es un mensaje, que por suerte a la gente le llega. Eso es lo que me gusta, sentir que mi música genera algo en el cuerpo, las vibraciones, lo que sea. Decir “con mi música generé un pensamiento”. Quizás con una canción uno puede ayudar a alguien. Eso me pasa con otros artistas, es como que digo: “Me encantaría decirles lo feliz que me hace ir en la bici escuchando esa canción”. ¿Entendés? Creo que es muy lindo el poder de la música en ese sentido. Como digo… Es como una flecha que te entra o no te entra al corazón. Es un mensaje muy, muy… No encuentro la palabra…. Auténtico. Yo siento que lo que yo canto es auténtico. Yo no canto algo que no yo no pueda creerme, ni sostener, ni sentir. Pero eso es re inconsciente a la hora de escribir. Hago música para dar mensajes reales. Me gusta eso. Que la música tenga ese lugar. Siento que a veces tenemos muchas barreras hasta llegar a lo real. La música es MUY, MUY auténtica. Te gusta o no te gusta. Alguien puede estar parado frente a un escenario diciendo “¿a ver que va hacer esta persona?”, pero si vos cantás y a esa persona se le mueve todo, a esa persona se le cayeron todos sus prejuicios. Para mí eso es re real.
¿Dónde buscas tu inspiración?
Muchas veces… como en el día a día. Me gusta ver situaciones que me dejen un recuerdo o algo. Cuando escribo, me doy cuenta que me cuesta mucho escribir sobre el amor, sobre el despecho… Me voy mucho más profundo, me voy a… Es como si estuviese meditando y la mitad de mi cabeza estuviese apagada y la otra mitad es la que escribe. No es tan “voy a escribir sobre, no se, la gente que vive en la calle”, me cuesta mucho escribir así. O decir voy a escribir sobre la injusticia. No puedo. Es como si fuese un TRRRRR, TRRRRR, empiezan a salir ideas y TRRRRR. Y mezclo cosas que tienen que ver con la naturaleza pero también con, de pronto juego con las palabras, me gusta rimar. Me inspira eso. Lo que más me inspira es ver artistas que me ceben, como digo yo. Una vez fui a ver una banda, Onda Vaga (Argentina), y antes tocó Femina, que es una banda de 3 chicas que rapean. Yo nunca las había visto. Ese día no lo voy a olvidar nunca. Eso me inspiró de una manera muy grande. Siempre me gustó el rap, siempre a la hora de escribir sin querer rimaba. Pero cuando yo vi 3 mujeres paradas, 3 mujeres que yo sentía que podía ser alguna de ellas, que tiene que ver cuando uno siente una igualdad, te empoderas más… Sabés que no es algo inalcanzable, vos sabés que podés estar ahí sin competir, al revés, pararte al lado. Ese día dije, yo quiero escribir una canción así, así de larga, con esas rimas y así de fuerte. Y al otro día escribí TRRRRRRR, una letra así. Y ese es el ejemplo más claro de cuando algo me inspira.
¿Te acuerdas de esa canción?
Esa canción va haciendo una descripción de varias cosas.
(Rapeando) Mirando el espejo, el que refleja el complejo
Pisando, pensado. Volviéndote viejo.
Dejando de lado, el dicho, el hecho y el trecho…
- Va contando un montón de cosas, una historia muy linda. EEEE, y en otro fragmento dice:
(Rapeando)
Si estamos construyendo un muro de lamentos, o escupiendo melodías. A lo bueno un acento.
Mi complemento, algún que otro fragmento. Me gusta como baila tu pelo con el viento. No es sufrimiento, ni es coloramiento. Hay cosas que las guardo en el almacenamiento.
- Es que es re larga la letra… Se convirtió en una de las canciones favoritas de mi parche de BsAs. La tocábamos siempre y cuando estoy sola la canto. La disfruto mucho. Me acuerdo mucho de lo inspirada que estaba cuando la escribí. -
¿Qué rol han cumplido las mujeres en tu vida?
Un rol muy importante. Yo vengo de una familia de mujeres. Mi mamá tuvo 5 hermanas, todas tuvieron hijas mujeres. Por cuestiones de la vida, los papás o los tíos fueron saliendo de cuadro, y siempre me sentí protegida por mujeres. Me gusta mucho proteger a mis amigos, a mis amigas. Hay algo que me parece re importante de decir con respecto a las mujeres, y es algo que viene muy de adentro. Amo la fuerza masculina, me encanta estar con hombres. Tengo muchos amigos, hice música con hombres, no es que me encierre en mujeres. Pero hay algo que tiene que ver con el trazo fino y con algo mucho más energético, de cuando te unís con una mujer. Y… Las mujeres a lo largo de mi vida, tuvieron mucha influencia en mi carrera, porque siempre fueron las que me dijeron: “Hacélo, escucháte”, me conectaban con mi deseo. Los demás muchas veces esperan de uno… “por qué no haces esto, sacás ya el disco”, con el deseo de los demás es que uno quiere. Pero siempre me influenciaron para bien… las mujeres. Alrededor mío hay mujeres que hacen por ahí cosas muy diferentes a mi, pero siempre a partir de observar pude como decir - no es más por acá- y me siento re identificada con esa fuerza. Y al final termino eligiendo eso. Porque vivo con mujeres, viví toda la vida con mujeres, trabajo con mujeres. En este momento también trabajo con un hombre. Pero trabajamos energías masculinas y femeninas. Con quien trabajo es un hombre que tiene un nivel de sensibilidad igual o más que una mujer. Eso es lo que me gusta de las mujeres, entendés. Somos muy perceptivas. Estamos muy abiertas, muy, muy despiertas a muchas cosas que son necesarias. Hay algo natural, venimos preparadas a ser mamás, pero venimos preparadas para proteger a todos, no sólo al hijo que sale de nuestra panza o al sobrino o al amigo. Es como si fuese el poder que vos tenés para proteger. Siempre me sentí muy protegida por mujeres, y eso fue lo que me dio la confianza para animarme a hacer lo que yo quería. A veces me preguntaba, uy si mi papá estuviese —mi papá falleció cuando era chiquita— “¿le gustaría que yo haga música?” Mi mamá, a partir de que perdimos a nuestro papá, le tocó criarnos sola, le tocó abrirse más. No digo que un hombre reprima a una mujer o la encierre, pero son dos mentes, son dos mentes. Y me crío la mente de una mujer desde los 8 años, entendés. Y ella eligió lo que era importante para mí. Confío mucho en eso.
¿Qué es la feminidad para ti?
La feminidad para mí tiene que ver con algo sutil pero fuerte. Es sutil pero fuerte. Que puede ser…Como decir… Puede ser, como que estés parado y tengas mucho calor, y de repente venga una brisita, y UFFF dices, qué rico. Pero de repente, ese viento empieza crecer, empieza a crecer y de repente te diste cuenta que está volando todo y que te tenés que agarrar de algo. Para mí eso somos las mujeres. Podemos ser un huracán, como podemos ser una brisa suave (risas).
¿Alguna mujer que admiras o te inspire?
Sí. Hay una cantante que me encanta, es mi cantante preferida. Se llama Danay Suárez. Es cubana. Ella era la ex mujer de Aldo, un rapero de Aldeanos, y a partir de sus canciones uno conoce la historia de ellos dos. Él le escribe a ella, y ella a él. Se separaron hace mucho tiempo, tienen un hijo. Es una cantante que salió de un lugar con muy pocos recursos materiales para poder componer y grabar, y hoy en día es cantante de opera y rapera. Es muy grande. La verdad hace poquito la agregué a Instagram (risitas), porque dije “ay bueno a ver…” La re admiro. Es muy real ¿entendés? Me parece súper importante que un artista se vea real. Ella es una artista muy buena que me inspira mucho, en cualquier formato —piano, canto, rapeando, como sea— y además de eso su persona, aunque no la conozca personalmente, creo que es maravillosa. Es importante ser humano, UN DURO, PERO muy humano. Equilibrado.
¿Cual es tu pócima secreta?
¿La pócima secreta?…Creo que es el resultado del arte de uno. Uno es lo que hace. La pócima secreta es ser real con lo que hago. Cuando yo escribo algo y no me resuena no lo voy a cantar nunca en mi vida. No lo voy a cantar.
¿Qué es lo más difícil de ser mujer?
Lo más difícil de ser mujer hoy en día… Siento que hace millones, millones de años, venimos súper maltratadas en muchos aspectos, ¿no? A veces tenemos que permitir ciertas cosas. Y yo no permito nada. Y cuando uno no permite nada puede pasar como una loca. Pero a mí no me gusta que los hombres falten el respeto a las mujeres en ningún contexto, ni mujeres contra mujeres. La otra vez hubo un comentario en Facebook de un chico que decía ¿Cuando se va a firmar la paz entre mujeres? Y yo le escribí que las mujeres no nos llevábamos mal, que eso era una mentira inventada por el hombre para disolver la fuerza femenina y la unión. Él no pudo entenderlo ni responderme algo coherente. Lo que yo creo es que socialmente nos hacen y les hacen creer a los hombres que las mujeres nos llevamos mal. Y eso no es verdad, no es verdad. Es muy fuerte. Es como una semilla que tiraron y eso creció. Viene hace mucho, entre amigos, primos. Es un concepto que tienen que las mujeres somos unas locas y que nos peleamos entre todas. Veo más violencia entre hombres. Pienso que es importante cambiar ese concepto en los niños y que entiendan que las mujeres no nos llevamos mal. Diferencias entre las personas hay siempre. Me parece difícil eso de ser mujer, cambiar ese gran modelo que viene hace siglos, donde la mujer esta metida en un lugar que no es. Si bien de a pocos uno va sintiendo que va cambiando, hay mujeres que vienen luchando por eso hace años. Hay mujeres que luchan para que no sea así.
¿Crees que el sistema nos tiene miedo?
Para mi sí. Totalmente. No les conviene. Es muy loco, pero en muchos ámbitos artísticos: en el tatuaje, la música, hay más hombres que mujeres, y ¿por qué? Si somos más mujeres que hombres. Ese es el ejemplo más básico de lo reprimidas que estamos, aunque estoy consciente que eso sí va progresando. Por ejemplo, mi abuela tiene 97 años, y toda su vida quiso ser medica, amaba. Mi bisabuelo nunca la dejo. Le dijo “vos vas a estudiar corte y confección”. Hoy en día yo sí puedo elegir lo que quiero hacer, y mis hermanas también; mi mamá lo eligió, entonces estoy consciente que hay un progreso. Pero tiene que cambiar el modelo de pensar que las mujeres solo servimos para ciertas cosas.
¿Crees que a través de tu música puedes aportar a este cambio?
Creo que así como esta bueno decir lo que uno piensa y lo que uno cree, también hay ver como se dice y en qué contexto. Porque muchas veces puede ser usado en tu contra. Hay que saber dónde pararse. Si yo sé lo que estoy diciendo tengo que pensar en qué siento, qué quiero que los demás sepan, qué me ofende y cómo lo comunico. El micrófono es un amplificador de tus ideas. Un escenario es una lupa. Cuando uno se sube todo se ve más. Todo el mundo percibe la energía del artista. Es una responsabilidad. Hay gente que no lo ve así, sino como un espacio para expresar lo que quieras, pero siempre hay alguien que está escuchando, así sea una sola persona.
¿Qué sientes que es lo más transgresor que has hecho?
El concierto más grande que di en Armando con Zyderal para abrirle a Rocca. Todo era grande y ahí nos sentimos muy chévere. Yo dije: “llegué a base 1, el estado donde quiero estar”. La mayoría de la gente no sabía que íbamos a tocar, como me paso a mí con Femina. Y la energía que se sentía fue increíble, empezamos a tocar, y cuando vi que las manitos hacían así (modo rap-risitas) yo dije “está todo bien, están contentos”. Todo lo que fue la previa, ver el lugar vacío, el lugar lleno. Me encanta subirme al escenario, lo disfruto mucho. Desde muy chiquita… Como cuando le decía a mi mamá que prenda las luces del carro y las pusiera contra la pared, y ella hacía juego de luces mientras yo bailaba. O cuando me metía al baño, amaba la acústica del baño, a cantar canciones de los Hanson (risas).
¿Una lección que no olvidas?
Venir acá con un plan y que se me desarme el plan y entender eso, en la vida hay que dejarse sorprender. Hay que planear pero hay que dejarse sorprender. Esa fue mi gran lección de vida al venir acá.
¿Te sientes bella?
Sí. Asumo mi belleza entendiendo que soy bajita (risas). Que el poder de la mujer es decir yo tengo esto, estas son mis armas, mis herramientas y no pretender tener lo que no tienes. Sino te metés en un círculo que es una espiral. Entonces, saber que cosas tiene una, más allá de la personalidad, las físicas, y no darse palo. Me di mucho palo siendo más chiquita, decía no me gusta mi cuerpo, quiero ser diferente. Todo el tiempo lo sentía. Cuando empecé a crecer y a ser mas grande, me empecé a aceptar más… por suerte. Cuanto más vieja más me gusto.
¿Qué te emputa?
Me emputa el sistema en el que vivimos, en el que tenemos que hacer otras cosas. En donde los recursos económicos van en contra de lo que realmente queremos. Aunque sea como dice una amiga mía “guerriadito rico” (risas). Pero a veces digo “Me gustaría que todo el mundo haga realmente lo que quiera”. Basta de hacer otras cosas, basta de trabajar en los sueños de otros. Cada uno tiene que trabajar en sus sueño, apoyarnos. Siento que la vida es muy corta, a veces nos mareamos… me emputa (chasquea dedos). Que vivamos conectados a lo que deseamos realmente. Que no nos confundamos con lo que esperan los demás de los otros, o lo que quieren los demás para nosotros, ¿me entendés?
¿Cómo lo enfrentas tú?
Me emputa, porque a veces no puedo con eso. Por eso me emputa. Porque no lo puedo del todo resolver. Si bien cada bien estoy más cerca, a veces me encuentro trabajando como mesera. Me pone en conflicto conmigo misma. Los toques no me dan para vivir. Aunque este año estoy trabajando más haciendo música. Estoy cada vez más cerca. Ese es mi demonio… la luca. Aunque no voy a dejar de hacer lo que amo.
Ayer hablaba con un amigo, que es grande, tiene 40 años y el me decía “No hay felicidad completa”, para mí sí hay felicidad completa. No puedo decir no hay. Para mí es re mediocre pensar así. Yo me siento feliz. Pero siento que hay un pedacito que todavía no, porque es esto que te digo. El tire y afloje con el tiempo, la energía, el dinero, lo que uno le gusta hacer. Creo que nos pasa a todos. Convivo con eso todos los días. Intento tener una lectura para ver cuál es la solución…Y ya sé cuál es la solución (sonrisa): Hay que comer mierda para hacer lo que a uno le gusta, sí. Pero hay que también saber qué necesita uno.
¿Dónde está tu masculinidad?
Mi masculinidad….. Puede ser en mis manos, no sé. La fuerza. En mi manera de moverme. No soy nada suave. Mi hermana grande siempre me dice: “tenés que ser más femenina”. Y me siento re femenina, pero también me siento que tengo un lado masculino re desarrollado. Con toda. Pero no me hace sentir menos femenina. Está ahí.
¿Qué le dirías a Delfina si pudieras devolverte en el tiempo 10 años?
Que no se deje de escuchar. Que se escuche mucho. Creo que fue lo que siempre me salvó. Escucharme de verdad. Siento que soy mi propia maestra. Me re doy consejos. Me re hablo. Espero que no me oiga nadie porque parezco una loca (risas). Me es muy necesario, después aparecen las respuestas. Eso me diría 10 años atrás. Que no me maree con las voces de afuera.
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Una canción: Hay mucho. Let me go, Branko
Un libro: El Alquimista, Paulo Coelho
Un apodo que odiaste: Dib dib (risas)
¿Qué es la sexualidad? Disfrute
¿El pudor? La bikini (risas)
¿El aborto? Que se suspendan fiestas
¿La seguridad? Caminar
¿La felicidad? Amigas
Un sabor: Limón
Una frase: Todo es lo que parece
Una parte del cuerpo: Los ojos
¿Qué te enamora? Las manos
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Sigue su proyecto en: ZYDERAL
Sin palabras, sólo agradecimiento a Delfina. Larga vida a su talento.
@MyGrlstory