MARIAN ANDREA PRIETO #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA
¿Quién es Marian Andrea?
Soy entregada, apasionada y me gusta dar lo mejor de mí. Soy una mujer que se ha enfocado en trabajar en la parte social, que le encantan los niños, escuchar, compartir, crear, cocinar y bailar salsa. Soy una persona a la que le gusta aprender y de ahí mi gusto por ser profesora porque me di cuenta que es más lo que uno aprende que lo que uno enseña. Mi interés personal y profesional es ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, aprender de ellas y a partir de ese aprendizaje transformar realidades.
También soy una persona muy familiar, para mí es fundamental la familia. Mi familia es mi estabilidad.
¿Cómo fue crecer en tu casa?
Soy la tercera de cuatro hermanos. Siempre tuve, por decirlo así, dos mamás y dos papás porque mis hermanos mayores me llevan 10 y 15 años. Fue tener unos modelos a seguir, porque veía en ellos un referente de lo que yo podía ser. Sobre todo mi hermana, ella es súper emprendedora, súper exitosa pero a la vez nos motiva y nos apoya a todos. Mi papá no estuvo muy de cerca porque viajaba y trabajaba mucho y mi mamá muy amorosa, dedicada a la casa y a la religión católica.
Crecí en un colegio privado, bilingüe y de solo niñas (risas) pero también crecí con mis amigos del conjunto, donde montaba bicicleta con solo niños y me gustaban las camisetas de Tortugas Ninja tanto como me gustaban mis muñecas. Así que tuve la oportunidad de crecer desarrollando varias facetas sin encasillarme en un modelo de lo que era ser una niña.
La religión católica fue una constante en mi infancia. Mi mamá nos obligaba a ir a misa. Eran un montón de sentimientos encontrados pues yo no quería ir pero al mismo tiempo jugaba a la misa con mi hermano.
¿Qué significó para ti crecer con una religión impuesta?
Siento que era impuesta en cierta manera pero no lo critico. Mi mamá y yo crecimos en contextos muy diferentes y para ella era una forma de ver la vida. Y aunque al principio fue muy difícil, hoy, después de muchos años, entiendo que hay muchas maneras de vivir el tema religioso. Yo la vivo haciendo lo que me apasiona. Por ejemplo el trabajo con comunidad es un intercambio que me permite creer en mí y también buscar desarrollar las cosas buenas que tienen las demás personas.
¿Hay algo que te defina?
Me caracterizo por ser una persona sensible, que escucha para aprender y construir con los demás.
¿Qué piensas del amor y la multiculturalidad?
La multiculturalidad se traduce en amor, al aceptar diferentes formas de pensar, diferentes formas de ser, diferentes culturas. En el hecho de ser diferentes y conocer diferentes formas de ver el mundo es lo que nos permite admirar a diferentes personas y a nosotros mismos. El hecho de estar en un contexto en el que uno no está acostumbrado le permite conocer y desarrollar capacidades que uno no sabía que tenía. Por ejemplo en mi caso, vivir en Urabá me ayudó a descubrirme a través del intercambio multicultural.
Cuéntanos de la Fundación Salud a la Escuela.
Enlazándolo con el tema multicultural, yo creo que esta es una respuesta a haber tenido la oportunidad de vivir en Urabá y haber tenido la admiración por El Otro y el intercambio de experiencias. Tuve la oportunidad de ser profesora y de darme cuenta cómo el tema de salud afectaba directamente en el rendimiento académico de los niños. Cosas tan sencillas como darle unas gafas a un niño que no ve bien puede cambiar su vida. Yo creo que si uno quiere transformar una comunidad, debe primero conocer sus necesidades y vivirlas de primera mano.
Lo que hacemos (somos un equipo de 8 amigos y seguimos creciendo) es ir a zonas vulnerables y trabajar de la mano con la comunidad. Nuestra primera iniciativa se llama "Veo y luego aprendo" y lo que buscamos es hacer un diagnóstico visual temprano (es cuando realmente se puede corregir el tema visual), acá nos enfocamos en niños de preescolar a sexto grado y en realizar talleres pedagógicos y de sensibilización con profesores, padres de familia y estudiantes.
Buscamos que no se naturalice el hecho de que si un niño no ve bien o no rinde en el colegio significa que no es bueno para estudiar y que mejor trabaje en una finca bananera o que las niñas se tienen que quedar en la casa y no debe trabajar, o el niño que debe dedicarse a trabajo de fuerza. En esto queremos intervenir, transformando la salud y la educación es cómo ofrecemos a los niños nuevas oportunidades. Y yo no te estoy diciendo que está mal si una niña se quiere quedar y trabajar en su casa, sino que pueda tener el abanico de oportunidades para decidirlo. Lo más importante es inspirar a niños y niñas que descubran sus talentos y que tengan las posibilidades y la capacidad de escoger.
¿Cuáles han sido las lecciones más grandes que te ha brindado la Fundación Salud a la Escuela?
Aprender de los niños y de la comunidad educativa, la importancia de trabajar en equipo, de planear muy bien pues lo que te digo implica desde el proceso de diseñar cómo va a ser la intervención, cómo vamos a recaudar los fondos, preparar la brigada y los talleres pedagógicos. También la importancia de aprender de las lecciones pasadas para ir mejorando en cada intervención.
¿Qué consejos les darías a las personas que quieren o están en proceso de comenzar una fundación?
Primero, es siempre tener la visión de construir en equipo. Segundo, conectarlo con una pasión y tercero, ser muy agradecido con las personas que están durante ese proceso de crecimiento de la Fundación o proyecto. Además tener muy claro que habrán momentos muy difíciles, pero que eso no puede ser un obstáculo para avanzar. Siempre innovar y reinventarse.
¿Cuál ha sido el punto de quiebre más significativo en tu vida?
El hecho de salir de mi casa me mostró que no todo estaba establecido y que yo podía hacer y buscar lo que me hiciera feliz. Tener la posibilidad de vivir en Urabá fue romper con todos los imaginarios de lo que significa para mí vivir en un zona de conflicto, y aprender de la diversidad. Esto fue un quiebre y algo muy positivo para mí (respiro profundo)…
Urabá significó creer en mí, conectarme con mi pasión y compartir con niños y personas con otras realidades. En la parte profesional fue conectarme y darme la oportunidad de crecer de la mano de ellos. En la parte del amor, conocí a mi novio, Darlin, y fue romper con ese imaginario racista con el que había crecido y que había naturalizado. Para mí fue abrirme totalmente. Fue buscar mi felicidad y creer y defender mis convicciones.
¿Qué amas de ti misma?
La capacidad de siempre dar lo mejor y de querer ayudar a los demás. También el hecho ser muy paciente y de escuchar siempre a los demás.
¿Qué piensas de maternidad?
Pienso que es un desarrollo mutuo. Es volver a la esencia, a la inocencia. Es la posibilidad de descubrir ese sexto sentido, de volver a lo natural. Y esto aplica para mujeres y hombres.
¿A qué mujer admiras?
Admiro a una escritora que se llama Chimamanda Ngozie Adichie. Ella dice que uno no se puede quedar con solo una versión de la historia. Y eso me hizo reflexionar y crecer mucho.
¿Qué te emputa?
Que no me digan la verdad.
¿Qué le dirías a la Marian de hace 10 años?
Que se arriesgue, que viaje y que intercambie más experiencias.
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Una canción: Vive a tu manera, Herencia de Timbiquí,
Un libro: Siddhartha, Herman Hesse
Un apodo que odiaste: Sindi(entes).
Un agüero: La sal: no pasar la sal en la mano porque trae mala suerte
¿Qué es la sexualidad? Reconocimiento
¿El pudor? Valor
¿La seguridad? Creer
¿La felicidad? Construir
¿La religión? Sentido
¿La política? Construir
¿Que te enamora? La vida y los niños
Un sabor: Limón
Una parte del cuerpo: La boca
Una frase: Creer, actuar y transformar.
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El equipo de Fundación Salud a la escuela sigue creciendo, si quieres ser parte de esta iniciativa de transformación contáctalo a través Facebook en "Veo y luego aprendo".
Con tu donación Fundación Salud a la escuela podrá llegar a más rincones de Colombia a transformar la vida de niños con problemas de visión.
Link: impacto.lavaquinha.com/veoluegoaprendo2018