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Teresa Lora Diaz #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA


¿Quién es Teresa Lora?

Pues yo diría que Teresa Lora es un ser muy grande y muy sonriente. (Risas)


¿Cómo creciste?

Soy española, del sur -Sevilla- me siento de Triana, el barrio donde crecí. Vengo de una familia muy particular. Mis papás se separaron así que soy de una familia desestructurada donde me vi muy influenciada de las mujeres: en casa las mujeres siempre han sido muy fuertes partiendo de mis abuelas, que las recuerdo como mujeres muy poderosas, pasando por mi mamá y por mi hermana. Nací en una casa en donde la mujer ha tenido mucho mucho carácter. Muy apoyada por mi mamá y por mi hermana, por eso ese vínculo hacía las mujeres más que a los hombres, igual mi papá y mi hermano son divinos pero no hay esa conexión. Mi hermana tiene 12 años más que yo, mi hermano 13, por lo tanto soy la pequeñita… un poco la consentida sobretodo en forma de vida. Mi hermano siempre pudo hacer lo que quiso, pero mi hermana. Como yo nací mucho más tarde, mi madre vio que todas esas señales negativas que se le dieron a mi hermana no fueron fructíferas entonces conmigo fue mucho más permisiva: yo empecé a salir más temprano, a entrar tarde, y estuvo bien (risas). Hay gente que cuando se separan sus padres les causa un trauma, lo que fue para mi fue una liberación… TOTAL! Había un silencio, había risas, buena onda y sobretodo no había gritos ni falta de respeto.


¿Qué otras diferencias hubo en la crianza tuya y de tus hermanos?

Mi hermano podía llegar a las 5AM, mi hermana tenía que estar a las 9:30PM en punto o sino no entraba a la casa, se quedaba en el césped hasta la mañana siguiente. Así fue, pero tengo que decir que no me pasó a mi. Aprendieron! Sobretodo mi madre, cuando yo tengo 11 años mis papás se separan, entonces cuando yo empiezo a salir -que fue a los 14 años- porque como siempre fui tan alta mis amigos eran mucho mayores que yo, me veía mayor. Me acuerdo que la primera vez que entré a una discoteca decía “no me van a dejar entrar” ¡OBVIO me dejaron pasar! (risas).


¿Cómo influenció esa libertad en lo que eres hoy?

Con mi mamá la relación se convirtió en amistad. Somos dos amigas, más que autoridad de madre, se convirtió en esa madre moderna -con mucho dolor- la cual se estaba liberando entonces esa liberación me llegó a mi. No había secretos, ella conocía a mis amigos, sabía que eran buena onda, podía entrar y salir… Yo empecé a trabajar de noche a los 16 años con mi hermana, entonces todo era de mucha confianza. La separación y el aprendizaje que mi madre tuvo con la crianza de mi hermana y mi hermano influyó muchísimo porque se dio cuenta que no había sido equitativa. ¡Mi mamá es muy linda!


¿Cómo era el tiempo que compartías con tu hermana?

De chiquita recuerdo que me agarraba como un muñequito, dormíamos juntas… Tengo recuerdos de jugar con ella, ¡pero no son recuerdos tan frescos! Sobretodo yo creo que hay un tema en mi cabeza que hace que de los 11 para atrás no recuerde mucho porque los recuerdos no son tan lindos. De ahí en adelante si tengo más. La separación de mis padres fue liberadora, una bocanada de aire fresco… sobretodo un suceso esperanzador, ya apuntaba que cada miembro familiar estaba mejor separado. No hay que encasillarse en esa historia de unión, no! Si ya no va, no va: tuvieron 30 años para probarlo y no funcionó, ya no sigan porque se ve que esto no funciona (risas).


¿Mantienes una relación con tus padres?

Sí, como soy la chiquita y se separaron a mi edad temprana es cierto que evoluciono bastante diferente que mis hermanos. A nivel de cabeza, de forma de ser. Para mi cuando se crean conflictos en verdad, no me gusta, me genera mucha ansiedad -como a todos-. Ellos sí entraron en esa rutina de llevarse mal, entonces cuando empiezan esas discusiones es como no no, yo me llevo bien con todos! Entre ellos se llevan regular (risas) por no decir que algunos bastante mal (risas), ¡pero yo me llevo bien con todos!. Es cierto con mami es como mi amiga, con ella puedo hablar de muchas cosas, hay una libertad de expresión muy buena. Con mi padre bueno es un hombre de 74 años, criado en una sociedad muy machista entonces obvio hay cosas que no se las comento (risas) porque sino va a decir “que hija más desastre que tuve” (risas), no es tan confidente, pero igual como está más grande está más cariñosillo, suele pasar con la edad…Hasta hace poquito ha empezado a verbalizar que me quiere, porque hubo un momento en el que le dije que yo lo necesitaba, yo necesitaba que él lo dijera. Eso fue una situación muy full on, había tenido una ruptura amorosa después de 6 años, entonces obvio no estaba muy bien, estaba super sensible… y en general sintiendo que no llevo bien las relaciones con los hombres, esta parte derecha de mi cuerpo. Y llorando en una esquina ahí de la calle ahí en Triana yo le digo a mi padre “Es que yo necesito que tu me digas que me quieres”, llorando le decía “yo lo necesito” y él se quedó blanco, pálido. Me miro y me dijo “pero si yo te quiero, claro!” y yo “pero DÍMELO con esa boca”. Él es muy chapado a la antigua: si tienen educación, un plato de comida, ropa entonces ya ahí está...No! Dímelo! Y a partir de ahí - eso fue ya hace unos cuantos años- lo dice de vez en cuando “Bonita te quiero” Y yo “eeee vamos papi!” (gran sonrisa). Ese ha sido uno de los momentos más de “abrirte la camisa”.

Yo ahora veo amigos que son papás y hay otro entendimiento, por suerte el hombre ha evolucionado mucho. Yo creo que los padres ahora si son padres, a parte de todo el tema material. Son participativos en la educación, en los sentimientos, en la emoción. Eso lo veo en amigos y me encanta.


Con respecto a lo anterior, ¿Crees que ha habido una evolución en las mujeres?

Las mujeres están RESURGIENDO! Como el ave fénix. Siempre estuvieron ahí poderosas, yo tengo la suerte de haberme visto en mi vida rodeada de mujeres con mucho coraje y fuerza. Hoy en día por suerte ahí están girando sociedades que han sido muy machistas. La fortaleza que sacan! La mujer de hoy en día es la Súper Woman que puede estar con el niño, que está trabajando, que arreglan esto… Y nosotras tenemos esa capacidad - al hombre, criaturita le cuesta más (risas)- ¡La mujer del 2018 VAMOS!


¿Qué pasa en tu vida después de la adolescencia?

A los 19 me voy de casa. Y ahí ya me fui. Estuve un año viviendo sola en Sevilla, y ahí empiezo la carrera y fue todo un desastre, ese año no aprobé ni media (risas). Tuve un desengaño amoroso, ya apuntaba la cosa que yo soy emocional total. Ese verano decido irme a Mayorca, es la primera vez que salgo de Sevilla, y llego a una isla donde hay muchos extranjeros, lo que para mi era una novedad y conozco a un chico argentino llamado Pablo que fue mi novio durante seis años. Ahí me pongo a estudiar más pilas porque ya quería terminar ese vínculo con Sevilla para poder estar en otros lugares: pasaba los inviernos en Sevilla estudiando y luego los veranos a Mayorca a pasar la temporada, y ahí empieza mi historia de Temporera: yo nunca he tenido un trabajo fijo, nada de seguridad, ni horarios, han sido más trabajar 6 u 8 meses duros y el resto viajar y trabajar de otra manera, un trabajo más interior y más para uno. Cuando tengo 21 años hago mi primer viaje importante, me voy para Argentina… fue hermoso! Yo sentía que tenía esas cosas que le ponen a los caballos para que no vean y sigan un camino recto, Sevilla era así “no hay más mundo, esa ciudad es muy bonita, y todo es muy lindo entonces aquí me quedo”. Pero cuando hago ese primer viaje a Argentina eso se quita y ahí empiezo a ver posibilidades por todo sitio. Empecé a viajar mucho: veranos en España trabajando y luego Argentina, Brasil y parte de Asia y muchos otros lugares.


¿Cuál ha sido la experiencia más importante de tus viajes?

Cuando me preguntan cuál ha sido el sitio que más me ha gustado... Bueno un sitio a nivel de paisaje es complicado porque cada sitio tiene lo suyo, lo que pasa es que lo que India me enseñó mucho, India me hizo ser lo que soy ahora. Ciertamente. Si hay un lugar de todos los lugares que me haya pegado mucho - porque fue muy interior- fue India. Yo no viajé mucho, siempre estuve en Varanasi, una de las ciudades sagradas de los hindús, la atraviesa su río sagrado Ganges y en la ciudad en donde todo Indio quiere morir. Por lo tanto la muerte está palpable en toda la ciudad. Desde el río hay escaleras que comunican con la ciudad y a los lados hay crematorios a donde llegan los muertos, se queman y se tiran al río. En ese río pasa de todo: se tira el muerto, el niño se baña, la vaca también, la señora está lavando la ropa, el otro agarra agua para tomársela… imagínate ese río no está muy limpio que digamos...Ves cuerpos que van flotando porque hay personas que por su casta o pureza no se queman. ¡Es todo un mundo!

Fueron cuatro viajes a India de varios meses cada vez en donde empezamos un proyecto social autogestionado, montamos una escuela para niños “intocables” -la casta más baja-. Agarramos 10 niños e hicimos una escuela de arte, claro que tenían otras asignaturas como inglés, matemáticas, hindí, pero también tenían pintura, arte, música, yoga, meditación… estaba enfocada en sacar el potencial de cada niño, porque no todos somos buenos para todo, eso es lo bonito: la diversidad. India me pegó muy duro porque era ver una pobreza extrema, tenías a un lado un leproso, los niños desnudos con los cul*s llenos de granitos, barrigas hinchadas porque estaban llenos de lombrices, la gente pidiendo comida - no era una historia de drogas o algo parecido- era HAMBRE con la H muy grande y la M más. Yo pasé dos semanas que fueron las peores de mi vida, tuve un ataque de ansiedad y me dio muy duro, yo no sabía cómo gestionar toda esa información que estaba pasando por mis ojos a mi cerebro. Yo lo que tenía era una pena muy grande, yo me se sentía muy pequeñita en un mundo muy desigual, ¡no sabía qué hacer! Me venían taquicardias, no podía dormir, no podía comer, y como no comía no podía pensar entonces empezaba a sentirme más mareada. Incluso llamé a la agencia y les dije que me devolvía, que no quería estar más allí, la estaba pasando mal de verdad. La vida es así, la gran lección de todo esto fue un día en el que hicimos una estructura con tubos de PBC, una especie de teatrito, agarramos otros extranjeros que estaban por ahí nos hacemos con el contacto de un médico hindú y su mujer que trabajaba de educadora social y nos vamos a diferentes colegios y orfanatos -la gran mayoría son un desastre medio guetos- Llegamos ahí en diferentes Rickshaw (medio de transporte), ponemos los palos, las telas y nos empezamos con marionetas a contar una historia en hindí - hablando seis palabas porque ni idea (risas)- dando la moraleja “compartir es vivir” y después yo bailaba para los nenes. Claro cuando los nenes me veían yo soy tan alta y ellos tan chiquititos les daba miedo, después ya empieza la risa y empiezan a bailar… El primer sitio al que fuimos fue uno de los centro de la Madre Teresa de Calcuta, y ese día no se me olvidará jamás - ni a mi ni a los que estábamos en ese momento- De verdad fue una cosa! Había una parte de personas mayores que estaban ahí para esperar morir y tener la suerte de ser quedamos en el río Ganges, niños y mujeres con trastornos psicológicos, ¡un perfil muy amplio!. Empezamos el show, el teatro, malabares, baile… cuando terminamos yo te prometo yo notaba como si hubiera hecho cualquier cosa que me hubiera puesto súper, todos estábamos así súper drogados de una droga natural. Teníamos todos una sonrisa que no podíamos quitarnos, entonces ahí se veía el hombre hindú a decirte “botacha” la única palabra que yo captaba que significa “bonito” y movía sus manos comoyo lo había hecho, y esa gran sonrisa! Yo miraba a los demás y estábamos todos súper encendidos y ahí nos dimos cuenta que en esta vida lo más bonito es dar, no es recibir, es dar y dar y se acabó. Yo creo que nosotros ese día fuimos más regalados y bendecidos que ellos, para ellos fue un día diferente pero a nosotros nos cambió nuestra cabeza. Eso nos conectó, fue un momento muy mágico y hermoso. Eso lo entendí, ahora me quedan tantísimas millones de cosas por entender (risas).


Cuéntanos de tu baile, ¡tu pasión!

Yo bailo desde chiquita por mi mamá y mi hermana, lo he visto desde siempre. No me he formado en academia, ni me he tomado años estudiando danza. Yo soy muy expresiva y necesito mover mi cuerpo, mis manos, mi cara, cuando bailo es la mejor manera de expresarme, que puedo darle a entender a todos esa parte dulce, esa parte de furia, de enfado… Para mi el baile es el nexo para poder expresarme para todos.



¿Qué te motiva a levantarte?

El sol (risas), por eso no me gustan los sitios que están nublados. La vida, vivir… tengo la suerte de levantarme y empezar un día nuevo, con sol, esperemos (risas). Damos por hecho la salud, damos por hecho que vamos a estar bien, pero sheet happens cualquier día, un martes cualquiera a las 4pm. Tenemos que ser conscientes que la salud siempre va a ser buena, por eso hay que VIVIR.


¿Qué es la feminidad? ¿La sientes en alguna parte del cuerpo?

La primera palabra que se me cruza es fuerza. Valentía. Es pasar reto trás reto. Fortaleza. Todo lo que implica esa respiración profunda, subir puños y subir, eso es fuerza - aunque no sea tan física - es impresionante!

La siento en la barriguita, el grrr. Barriguita - pecho, ahí están esos nudos que se aprietan y desaprietan depende de la situación.


¿Qué es lo masculino? Lo sientes en tu cuerpo?

¡Yo sé que tengo problemas con la parte masculina! Lo admito. Me toca poner cartas en el asunto. Para mi muchas veces la masculinidad se me hace una energía demasiado fuerte, depende cómo me puedo abrumar, se puede como apoderar. Por eso esa parte derecha de mi cuerpo es donde me han pasado todos los accidentes, es curioso. Aún hay mucho trabajo. Lo siento más en miedos, en los riñones, en la parte de atrás… Es algo que aún no tengo bien nivelado entonces se me agarra ahí atrás y ahí me viene el dolor.


¿Qué admiras de ti?

Lo que más me gusta es esa sonrisa. Yo creo que transmito buena onda siempre con una sonrisa grande y buena actitud. No siempre, claro, a veces me enfado (risas). Yo pienso que cada uno tenemos una misión en esta vida, unos van a salvar a millones, otros por su talento harán algo brillante. Yo pienso que el mío es hacer reír. La risa me encanta, me encanta hacer reir y me encanta reirme, y eso es bueno porque la risa genera sustancias que te ponen bien. Lo primero es reírse de uno mismo, ya después cuando se ríen de ti se ríen contigo. Yo creo que en este mundo lo que hace falta es más sentido del humor y más risas de esas que te salen del alma. Soy muy payasa (risas).




¿Te sientes bella?

Sí! (risas) claro que sí. Somos bellas todas. ¿Quién no lo es? Hay gente que no es bella, aunque sea preciosa bajo esos canones de belleza que nos marcan. Igual no son bellas, al final lo que nos queda es lo de adentro, lo de afuera es solo una carcasa que con el tiempo va teniendo algunos líos y eso es bello… pero igual un poco por fuera también (risas). La carcasita todavía va bien, ya veremos qué pasa en 10 años más (risas).


¿A qué mujer admiras?

Partiendo de casa, claro a mi mamá obvio. Frida Kahlo me llama mucho la atención porque me veo muy conectada, es un ejemplo de fortaleza. Tantas hermosuras… Todas! Las que vamos ahí luchando para que este mundo se entere que nos tiene que dar más cabida… porque de hecho este mundo iría mejor si tuviéramos más cabida las mujeres.


¿Alguna vez te ha sentido en desventaja, agredida o vulnerada por el hecho de ser mujer?

Sí, me he sentido todo eso.


¿Tienes alguna experiencia que quisieras contar?

Sí. Lo que me ha pasado más fuerte fue el hecho de caminar por una calle, sola, siendo mujer a la 1 de la noche. Fue que un hombre me estaba esperando, me había visto desde el otro lado de la calle y me espero en una esquina y me hizo pipí en la pierna. Claro, yo obviamente entré en shock. No estaba esperando a un hombre, estaba esperando a una mujer sola. Yo salí corriendo, por suerte al loco no le dio por perseguirme, siguió su camino...pero obviamente yo no le pedí a nadie que me hiciera pis. Llegué a casa, me lavé la pierna hasta casi arrancarme la piel, llamé a la policía, llamé a mis amigos… Y ese hp ya lo había hecho antes, ese patrón, la policía ya lo estaba buscando porque había pasado antes. ¡Qué horrible! Y bueno, pasa en la calle, y cada vez me doy cuenta que me da más y más coraje, el hombre que se ve con la autoridad de decir lo que quiera de ti, de poder sisearte por el mero hecho de que eres mujer y vas sola, porque si vas con un hombre al lado la película cambia totalmente. Con los años me da cada vez más asco y repulsión y ganas de querer ir y reventarles la cabeza, lo que pasa es que ahí se puede complicar y entonces eso me da mucha rabia y pena, porque a mi me pasó eso porque hay muchísimas mujeres que les pasan cosas más fuertes por ser mujer y por estar caminando por el lado equivocado solas. Y no es justo porque eso no pasa al revés, no hay una mujer que esté esperando en una esquina para mearle a un hombre, ¡es que no! Y si hay es un caso entre diez mil casos que pasan por el otro lado. ¿Qué le pasa a estos chicos? Si me ha pasado! Y lo que me da más rabia es que a paisanas mías, a mis hermanas porque sí, porque somos mujeres y más para estos casos, para esta falta de respeto que encima está apoyado por la sociedad porque “ay no pasa nada, que chistoso, te hicieron pis eccima” o “ay eso es porque eres guapa” No, que soy guapa ya me lo digo yo sola riéndome en mi baño, no necesito que ningún mamahuevos me diga nada.

Yo tengo mucha fé en que hay un cambio generacional, y que ahora las mamás y los papás no son lo mismo que hace 40 años, entonces espero que la educación sea diferente. Ahí está nuestra esperanza, que los niños chiquitos de ahora no vayan a tener ese comportamiento en 15 años porque ya entendieron que por ahí no es.


¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

Yo me fui a vivir a Australia, y pensaba que me iba a quedar tres meses, al final me quedé tres años. Y bueno yo no había bailado tanto, ni me había expresado tanto con el tema del arte entonces acabé en Melbourne, bailando y cantando rodeada de músicos brutales y ahí estaba yo. Yo que solo cantaba en la ducha. Algo que no pensaba que iba a hacer nunca, y ahí estaba yo.

Y ahora que pienso más, creo que lo más challeging que he hecho en mi vida es haber decidido viajar sola, es algo a lo que me gustaría invitar a todos a hacer. En verdad, es algo que te cambia la vida. En ese momento yo estaba muy frágil, me sentía muy indefensa, había terminado una larga relación… yo necesitaba un viaje de confianza, que iba a ver paisajes hermosos, pero ese no era el cometido. Me fui sola por Asia, sin reservas de nada, como a mi me gusta viajar. Este es mi tercer viaje sola, y bueno, es que engancha mucho! No tienes que aguantarte a nadie, si te quieres ir te vas y ya, ese primer viaje realmente fue un subidón que me dijo “¡Teresa, sola si puedes!”.


¿Sientes que contribuyes a la reconstrucción de género?

Yo creo que con un granito muy chiquitito sí, esa es mi intención. Yo creo que así, mostrando a una mujer fuerte, que va de un lado al otro y hacer lo que le gusta que en mi caso es bailar y expresarselo a todo el mundo. Esta chica va de un lado al otro y se consigue sus habichuelas, porque ¡si se puede chicas!


¿Qué le dirías a la Teresa de hace 10 años?

Uy… esa pregunta es… ¡se te saltan las lagrimitas! A esa Teresa le diría: tranquila mi amor, tranquila, que todo va a salir bien, y confía porque así será. Si… hace 10 años, imagínate tantos miedos, tantas inseguridades… A mi eso siempre me ha pasado, como soy muy alta -aunque no me veáis chicos, mido mucho- soy más larga que un día sin pan (risas), y por mi forma de ser, da la impresión que soy súper segura de mi misma, bueno...pues esta grandota acaba siendo un peluche muy pequeñito y cuando alguien le dice algo de una manera más brusca se queda así compungida… soy muy sensible, extremadamente sensible, y en esa época era todavía más muy insegura, y ahora esa seguridad se ha incrementado. Teresita de hace 10 años: todo va a salir bien. Mucho amor y cariño.

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Una canción “La leyenda del tiempo” Camarón

Un libro “Shantaram” Gregory David Roberts

Un apodo que odiaste “Eres más larga que una meada cuesta abajo”

Tu peor defecto? Mis cojones

Qué es la sexualidad? Rico

Qué es el pudor? Nada

Qué es la seguridad? ¿Qué es seguro? Seguro está preso!

Qué es la felicidad? Vivir

Qué te molesta? La hipocrecía

Un sabor? Chocolate

Una frase? “Dame presente, olvida el pasado, no te preocupes por el futuro. Dame un ahora”

Una parte del cuerpo? Las manos

Qué te enamora? El humor


¡Gracias Tere!

Que tu encanto y gran sonrisa sigan contagiando corazones al rededor del mundo.

@mygrlstory

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