25 ene 2017

BOLDWOMAN SERIES_ LINA TONO #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA

¿Quién es Lina Tono?

Escritora de profesión y de vida. Hiperactiva. Terrible y patéticamente romántica. Estoy en un constante drama. Ridículamente profunda, nostálgica y melancólica. Siempre buscando respuestas a la pesadez que me inunda la cabeza. Por eso me gusta escribir. Es mi terapia. Fue el remedio a mi depresión. Es una forma de burlarme de mí misma (Escribía un blog “Lecciones de Pataleta” y ahí escribía de lo que me pasaba, de mis berrinches; siendo muy honesta leccionesdepataleta.wordpress.com)

La danza es mi yoga. Cada quien tiene su yoga.

¿Qué te motiva a levantarte todos los días?

Me encanta estar viva, por eso le tengo miedo a los aviones (risas), porque no me quiero morir. Me motiva levantarme a hacer cosas todos los días. Hacer cosas por los demás. Me gusta encontrar inspiración en la calle. Siempre estoy buscando qué escribir.

¿Qué es la feminidad para ti?

La feminidad…. Caramba. Yo creo (no se si es triste o asombroso), pero la he estado descubriendo y no desde chiquita, sino hace pocos años. Tengo claro que soy mujer, pero vengo de una familia donde estos temas no se hablan abiertamente, aunque mi familia es un matriarcado absoluto. Somos una cantidad de mujeres que mandan, sin vergüenza alguna (risas), pero nunca nos preguntamos qué era.

Siento que apenas lo estoy descubriendo. Hubo cosas que hice en mi adolescencia que ahora me molestan mucho y que no estoy de acuerdo que sigan pasando. Siento que de adolescente me validé según lo que los hombres pensaran de mí, o según cuantos hombres me echaran los perros. Siempre, la definición de mí misma estaba ligada a la presencia de un hombre cerquita, y eso ahora me da piquiña. Siento que es muy importante que esta conversación esté sobre la mesa, porque me ha invitado a entender quién soy yo como mujer y qué es la feminidad, en armonía con lo masculino siempre. Hay un dicho muy bonito que dice: “Every cool girl is half a boy”, y no porque los hombres sean “LA CHEVERIDAD”, sino porque hay que aceptar que hay un lado femenino y uno masculino y llevarlo todo en armonía.

Creo en todo esto de la igualdad de género, pero solo en el plano formal. Merecemos los mismos salarios, derechos laborales y oportunidades, pero siento que en el plano espiritual las mujeres y los hombres no podemos ser iguales. Somos absolutamente distintos y esa es la belleza de todo. Esa es la belleza del universo. Lo femenino y lo masculino, cada cosa en su naturaleza, trabajando juntos. La feminidad es una experiencia maravillosa que estoy descubriendo, aprendiendo a vivirla. Una fuerza asombrosa; desde reconocer el ciclo menstrual: dejé las pastillas hace un año. No se sí sea muy hippie, pero sentía que no estaba sintiendo mi ciclo menstrual y YO SOY MI CICLO MENSTRUAL: las hormonas me gobiernan absolutamente. Creo que iba en una autopista sin curvas con las pastillas y ahora volví a mi naturaleza, que es una onda con picos y bajadas. Hay que navegar… Ser mujer es ir navegando ese caudaloso río de las hormonas. Yo creo que si uno aprovecha esa fuerza femenina como es, seríamos imparables.

¿Cómo ves a las mujeres paradas en el mundo?

Toda esta histeria del discurso femenino ahora, es por eso. Estamos despertando y estamos diciendo “un momentico, hay muchas mujeres que estamos desconectadas de lo que somos”. Entonces hacemos mucha bulla porque todas al tiempo estamos tratando de entender qué es ser mujer en este tiempo, con las herramientas que tenemos; en las redes sociales, en internet, en el mundo real. Armando grupos secretos en Facebook (risas), para hablar de cosas que no queremos hablar afuera. Siento que todavía estamos dentro del baño, mientras nos maquillamos y hacemos pipí, hablando de las cosas que no hablaríamos afuera en la mesa sentadas con hombres. Porqué siento que el mundo en el que vivimos, es el mundo de los hombres.

¿Crees que el sistema nos tiene miedo?

Yo creo que por algo los hombres, el mundo de los hombres nunca ha dejado que estemos al mismo nivel en cuestiones políticas, de derechos, económicas. Porque sí creo que las mujeres tenemos unas habilidades que bien llevadas y aprovechando la relación con los hombres, podrían convertirse en un poder fuerte. Todo esto que tenemos nosotras de la intuición, y de esa visión rayos X de las cosas (risas), sensibilidad y todo este drama, no se, pero es un poquito de temer.

¿Y la religión?

La religión tiene mucho de eso. Creó un papel femenino que es solamente madre y secundario sobretodo, donde su gran logró ha sido dar a luz al salvador. Hablo de la religión que conozco, no podría hablar por ninguna otra.

¿Cómo afrontas el ser mujer?

Mi forma de ser mujer, la mujer de la casa, es algo que he estado descubriendo, naturalmente, orgánicamente; nunca me he sentido cómoda con la forma de ser “la mujer de la casa” que me enseñaron. No combina con mi estilo de vida tampoco, eso me puso a confrontarme mucho al principio, pero después entendí que tenía que descubrir mi propia forma de ser la mujer de la casa. Que no importa si no sé cocinar (y no es que no sepa) es que no me gusta. No me interesa ser esa persona que esta tratando de servir a su marido, o cuya vida gira alrededor de su pareja.

¿Cuál es tu punto débil?

Mi punto débil son los nervios. Soy muy, muy nerviosa. Hay muchas cosas que dejo de hacer en mi vida por nervios. A veces me privo de probar nuevas experiencias o conocer nuevos lugares, nuevas personas, o de escribir cosas que me da miedo escribir. Todo esto porque tengo mucho miedo siempre. Creo que los nervios son una expresión física pero realmente el punto débil es el gran miedo.

¿Qué te emputa?

La gente lambona, la gente mediocre. Trabajar con personas que no dan el 100% o no quieren estar ahí. Me da mucha rabia muchas cosas en la ciudad. La gente que pita. La gente que no tiene sentido común, que no puede comportarse decentemente, así sea para pasar un semáforo cuando le toca. Eso me desespera.

¿Una solución?

Existen muchas soluciones, lo que pasa es que pero son transformaciones culturales, que espero que algún día se den. Cambios tan profundos, como pensar mejor del otro, por ejemplo. Tener sentido COMÚN, porque el sentido común precisamente se refiere a dejar de pensar individualmente. Yo misma tengo que aprender, muchas veces me encuentro a mí misma haciendo lo que tanto me emputa. Es muy difícil de cambiar. Son comportamientos que uno no tiene y que toca reaprender. Sí hay soluciones pero —respira profundo— llevan tiempo. Pero sí se puede.

¿Cuál es tu pócima secreta para vivir?

Mi pócima secreta son varias cosas. Un buen libro (novela o periodismo de crónicas). Hay ciertas periodistas, chicas, que son mis heroínas y son ellas. Alma Guillermoprieto, Leila Guerriero, Helena Poniatowska. Un té, soy adicta al té. Y, audífonos con música. (Gran sonrisa).

¿Qué admiras en las mujeres?

Tengo el placer de trabajar con muchas mujeres increíbles y lo que más admiro de ellas es su autenticidad y su fragilidad sobretodo. Son personas que no le temen a su fragilidad y no temen celebrarla y mostrarse al mundo así. Me gusta mucho eso.

¿Donde está tu masculinidad?

Pregunta complicada. Físicamente, me gustan las prendas que exhalan un poco de masculinidad. Emocionalmente, pues…. No se si catalogar la pasión como lo masculino.

¿Tienes un lado oscuro?

Digamos que la luz no existe sin la oscuridad. Lo he venido descubriendo con la banda. Nuestra banda se llama La MiniTK del Miedo y la invitación que hemos hecho con la música y la danza es a amigarse con el lado oscuro y a vivir en armonía con él. El lado oscuro es místico. Es una fuerza que lo jala a uno a romper la formalidad, a portarse mal (sonrisa), a probar cosas que en la luz no se ven muy bien.

¿Un suceso que haya cambiado tu vida?

Me dio una depresión cuando tenía 24 años…. Una gran depresión (risitas). La verdad me hizo sufrir muchísimo, pero ahora lo agradezco porque siento que fue necesario, y que si no me hubiera pasado, no se cómo llevaría mi vida ahora si siguiera como venía antes de la depresión. Hizo que me preguntara muchas cosas, reevaluar mi relación conmigo misma, mi relación con la divinidad, sobretodo; pues a mí me educaron con los valores católicos, pero yo nunca me identifiqué con eso, entonces mi decisión fue abandonar la espiritualidad. Y siento que eso no se puede, uno tiene que explorar la espiritualidad libremente y no es algo que te enseñen en el colegio sino que es un proceso de toda la vida. Me hizo cambiar comportamientos que me hacían daño y a los demás.

¿Cuál es la relación mujeres-tierra?

Yo no sé mucho como…de cosas hippies (risas). No mentira, no se mucho de ese tema, pero sí siento que la tierra es femenina. El ciclo de uno y la reproducción, es lo mismo que la tierra hace todo el tiempo. Crear, dar vida… Florecer y morir. Creo que el ciclo de la mujer esta hecho con los mismos principios que rigen la tierra, la naturaleza.

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