7 mar 2017

LINCY ACOSTA #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA

¿Quién es Lincy?

Soy Lincy Acosta, tengo 24 años, soy estudiante de psicología. Trabajo como columnista para algunas revistas como: SoHo, colaboraciones con Cartel Urbano, Metrocentro, MP Magazine de Miami y trabajo como blogger en mi blog personal que es lincyacosta.com

¿Qué temas tratas en tu blog?

Temas sexuales, en parejas y empoderamiento femenino y masculino. Tras la oleada del feminismo, siento que hay hombres que se sienten un poco ofuscados, entonces trato de sobrellevar las dos partes.

¿Cómo llegaste a trabajar en el tema de la sexualidad?

EEEE. Fue una mala relación que tuve hace aproximadamente 3 años. Teníamos sexo, pero era malo. Yo sabía que era malo a pesar de no tener experticia en el tema. Empecé a investigar y lo que encontraba no me gustaba, pensaba que no era suficiente en sí, y que podía obtener mejor información. Terminé la relación y empecé a escribir en medio de la soledad y la angustia. El tema me apasionaba, además sabía que habían muchas más personas buscando respuestas. Así que investigué mucho e intenté poner lo que era “científico” en un lenguaje coloquial para que se entendiese, con ejemplos puntuales para encaminar otras prácticas sexuales: sexo tántrico, sexo taoista, el despertar de la sexualidad y el conocerse uno mismo.

¿Cómo definirías a Lincy?

Uyyy. Me encanta vivir bajo el lema del amor. Darle amor a todo el mundo y recibirlo. Soy súper respetuosa, honesta en las cosas que digo y las que hago. A veces soy un poco ingenua; pero eso también me encanta. Hace parte de conocer el mundo, experimentarlo.

¿Y cómo definirías la feminidad?

EEEE. Qué pregunta tan difícil. Lo llevan por muchos lados, ¿no? Si uno se pone a investigar sobre la feminidad, serían ciertos parámetros culturales que la mujer mantiene y desarrolla en diferentes actividades. Si lo vemos desde un lado más informal, son como cosas que las mujeres hacen y sólo las mujeres tienen. Para mí, y en el ámbito sexual que es de donde yo lo manejo, la feminidad no se diferencia de la masculinidad, pues se desarrollan prácticas sexuales en conjunto. No le veo una diferencia a las dos. De pronto en torno al tema de género sí veo una diferencia, pero desde lo sexual no le veo diferencia.

¿Qué tal ha sido lidiar con un tema tabú como el sexo?

Es difícil. Ganar credibilidad siendo tan joven en temas sexuales es complicado. Más que todo para las personas mayores, que tienen un nivel de experticia muy alto y alguien más joven les propone, piensan “esto no es verdad, esta persona no puede conocer más de lo que yo he conocido, tengo más experiencia de vida”. Y llegar a imponer o a… no imponer más bien proponer, otras formas de pensar a alguien que ha tenido unas prácticas durante toda su vida, es chocante. Sin embargo trato de entrar con la mayor naturalidad y amor posible, entendiendo las diferencias individuales y desarrollándolas al máximo para potenciar sensaciones y el conocerse de cada persona.

¿Cómo ha sido la recepción entre las mujeres de tu edad?

A mí me leen mucho personas menores. De hecho mis gráficas registran que me leen desde los 14 años. Me parece sensacional, sabes. Si a ti digamos, el cuerpo te está pidiendo diferentes sensaciones, es chévere que te introduzcas a investigar qué está bien para ti, cómo las puedes desarrollar. En Colombia no se trabaja en la confianza con los padres y se crítica y prohíbe el desarrollo de la sexualidad. Entonces me gusta que personas tan jóvenes busquen respuestas en lugares óptimos. Los chicos suelen preguntar con muchos rodeos. No tienen un lenguaje práctico para describir lo que están sintiendo, pues apenas lo están experimentando.

¿Crees tú que hay una responsabilidad detrás de trabajar en medios digitales?

Uy, difícil, difícil. Mi tema cae en la subjetividad de cada persona. Cada persona es un mundo diferente. Ser objetivo se complica, porque para muchos es algo diferente. Siempre trato de plantear lo más objetivo que puedo. Me apoyo en autores, artículos científicos, anatomía… y me ayudo mucho de los comentarios que las mismas personas hacen en las redes. Antes de escribir sobre cualquier tema, tanteo mucho el interés para poder llegar a ellos.

¿Cómo percibes el tema de la sexualidad y las personas?

Cuando empecé, pensé que la gente le tenía miedo al sexo por las enfermedades sexuales. Y es a lo que menos le temen. De hecho no hay consciencia de ello. Por eso es que en Colombia la cifra de enfermedades sexuales es alta. Si uno ve los reportes del Ministerio de Salud semanalmente, es evidente. Pienso que la gente siente miedo al sexo, pero no a la practica sexual como tal, sino a lo que piensen los demás de ellos al ejecutarlo. Por ejemplo las mujeres no se empoderan de su sexualidad libremente porque le temen al rechazo. Los hombres hablan de más. Ofrecen incluso cosas que no están dispuestos a cumplir, visualizar y entender.

¿Qué le aconsejas a las mujeres en torno al tema sexual?

Yo creo que la primer barrera que tienen que romper es la masturbación… INDISPENSABLE. Incluso aceptarla públicamente. Muchas la realizan pero no la aceptan y eso limita el poder aprender de ellas mismas. No se dan el privilegio de vivir más experiencias porque da miedo. Luego de entender la masturbación, cada quien escoge su práctica sexual favorita. Entender también la anatomía del hombre para conseguir lo que estamos buscando, para satisfacer las necesidades. Por ejemplo el pene de los hombres suele ser curvo y suele dimensionarse hacia diferentes direcciones. También enfrentar los tabúes, pues cada una tiene una evolución.

¿Crees que el conocerse mejor sexualmente ayudaría en temas de prevención de embarazos no deseados?

A las jóvenes no es que no se les enseñe a cuidarse. Creo por el contrario que no se les enseña a tener habilidades sociales. Por ejemplo aprender a decir “NO”. Muchas niñas con las que he tenido la oportunidad de trabajar en Profamilia, saben lo que son los condones, los métodos anticonceptivos pero no se les enseñó a decir no. También cuestiones educativas que se omiten como es el desarrollo del ciclo menstrual. No se les enseña de qué se trata; tener relaciones sin condón es un derecho, pero si supieras los ciclos de tu menstruación podrías tener más control sobre tu cuerpo. Y está la desinformación o mitos urbanos. Hay muchas mujeres que recurren a estos métodos y que no resultan pues son mentira.

¿Cómo fue crecer en tu casa?

Mi papá es militar y mi mamá ama de casa. Ambos son costeños, mi mamá SUPER católica. Crecí en medio de muchos estereotipos. A mi familia le importaba —hemos establecido nuevas lógicas— mucho lo que los demás pensaran. Se fijaban mucho en las apariencias. Yo crecí pensando que así era. La educación en la costa está muy ligada a la violencia. Entonces a los niños se les golpea mucho y maltrata verbalmente, y yo recibí eso, fue así y me marcó mucho. Me llevó a tomar decisiones como irme de la casa a los 17, pero que ahora que lo pienso, su enseñar fue perfecto, pues construyó en mí una gran persona, creo que ellos también se equivocan, ahora los entiendo.

¿Cómo reaccionan tus padres a tu trabajo?

Al principio nunca les conté. Ellos se enteraron luego. Empecé escribiendo relatos sexuales pues no conocía otra forma de hablar de sexo y tampoco tenía más conocimiento que el propio. Vivencias mías las extra-imaginaba, por decirlo de alguna forma. Cuando mis papás se dieron cuenta a los 6 meses, leer lo que escribía fue impactante para ellos. Me prohibieron de todo, no tenía donde escribir, no tenía nada. Y mi mejor amigo en ese entonces me regaló una tablet, que yo escondía para poder escribir. Y ahí escribí más que nunca. Había abierto otra página y luego lentamente fui diciéndoles lo que quería hacer. Así se fue dando. Ya conocen lo que hago, escribo, donde salgo y etc., pero también hay cosas que prefieren no ver y creo que es indispensable para la buena relación que mantengo con ellos.

¿Qué quieres lograr con lo que estas haciendo?

Romper tabúes. Romper paradigmas, estereotipos. Siempre escribo encaminada a eso. Visualizo a Lincy en 5 años dando conferencias por el mundo, dando una charla TED, por ejemplo. Escribiendo libros digitales y que mucha gente pueda acceder a ellos. También me gusta hacer eventos encaminados al explorar sexual. Una feria erótica. Que sea un experimento constante contigo mismo.

¿Qué es lo más difícil de ser mujer?

Para mí fue aceptarlo. Como crecí en una familia de la cultura Caribe, son muy machistas, entonces se me prohibía mucho todo. Chiquita siempre quería ser hombre. Más adelante, cuando empecé a entender muchas cosas, entendí que ser mujer es hermoso y que trae ventajas. Era un reto muy lindo. Entendí que ser mujer no es sólo procrear o ser un objeto sexual, sino que siendo mujer puedo ser lo que quiero. A partir de ahí amé ser mujer. Trabajar en el área sexual me ha ayudado a entender sobre lo que necesitamos y queremos.

¿Cómo ves el machismo? ¿Tu generación cómo vive este tema?

Sí ha cambiado la mentalidad. Pero hay algo que también se ha puesto de moda, y va más allá de ser machista o feminista, es ser mártir. Las mujeres saben que pueden desarrollar muchas cosas en diferentes niveles, pero caen en manipular a su conveniencia. Y los chicos le han dado el entendimiento a la mujer, pero ellos sienten que de cierta forma se les irrespeta. Lo comprenden pero sienten irrespeto. Por ejemplo, si se va hacer una marcha en pro de las mujeres, todo el mundo se anima, pero si hay una marcha para defender los derechos del hombre, se les echa a un lado. Lo hemos hecho —en la universidad—. Sienten que están a un lado.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

Irme de la casa. Cuando me fui, me escapé. Tardé 1 año en poder hablar con mis papás. Tener la madurez para asumir lo que había hecho. Y eso para mis papás fue traumático. Pero creo que todos lo necesitábamos. Ellos tenían una forma de ver la vida y de relacionarse, y yo tenía otro, entonces al alejarme, entendimos las posiciones del otro. Además abrió la puerta para que yo empezara a escribir.

¿Cómo te ha ido en tus relaciones de pareja?

Me ha ido bien. Mi anterior pareja me nutrió mucho a nivel profesional. A saber manejarme y expresarme.

¿Te reivindicarías con alguien?

Después de que volví a casa, empecé un proceso de perdón conmigo misma y mi familia. Pero creo que ya eso está sanado. Ahora, vengo encaminando todo lo que hago desde el amor y la lealtad, entonces mis relaciones con los demás han sido prósperas. Estoy tranquila.

¿Te sientes bella?

Sí. Absolutamente bella (risas). Me siento conforme con lo que soy, vivo, aprendo, digo. Incluso físicamente me siento autentica. No le tengo miedo a la desnudez, a las estrías, celulitis. Hace parte de ser uno mismo, amarse, respetarse.

¿Cómo has construido ese amor propio?

Aceptar todo lo que ha pasado. Entender que lo que tengo es hecho con amor. Nada más mi nacimiento es producto del amor. Entonces, ¿por qué no amar lo que tengo? Disfruto de mis experiencias. Sigo construyéndolo día a día. (Máxima alegría mientras lo dice).

¿Dónde tienes tu masculinidad?

¿Mi masculinidad? No, no. Siento que el término masculino o femenino esta encasillado. Creo que la masculinidad se desarrolla en diferentes formas. Los colores por ejemplo, el rosado y el azul, son para todos. Creo que no se trata de diferencias sino de estigmas sociales.

¿Tienes un lado oscuro?

Creo que puedo tardar mucho pensando en algo. Trato de cuidar mi lenguaje, lo que digo, entonces esto para algunos quizá sea un lado oscuro, pues he podido quedar mal en ciertos momentos. A veces me quedo callada. No me gusta cagarla así.

¿Qué te emputa?

Casi nada, soy relajada. Me gusta guardar cosas que me nutran sentimentalmente, cartas, etc. Si me dañasen eso, seguro me emputaría. Lo único. Lo que no tolero casi siempre lo hablo.

¿Qué es lo más importante para ti, sexualmente?

Conocerse uno mismo. Saber lo que necesito o quiero también me dice hasta dónde puedo llegar.

¿Qué le dirías a la Lincy de hace 10 años?

USH. Que necesita pasar por lo que estaba pasando, porque sin eso no sería la persona que es ahora.

¿A qué mujer admiras?

UFF, a Simone de Beauvoir. Me encanta todo lo que decía, cómo vivía. El existencialismo es un poco difícil de comprender al principio, pero es bello. Bajo esa línea, me gusta como pensaba, encaminaba sus relaciones… Me gusta Flavia Dos Santos. Ha conseguido muchas de las cosas que yo a nivel profesional quiero conseguir. Sin embargo no comparto muchos de sus pensamientos, pero admiro lo que ha logrado.

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