13 jun 2017

ANGÉLICA LIV #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA

¿Quién es Angélica?

Es una viajera, ilustradora, creadora, que se enamora de nuevos lugares, de nuevas personas, de nuevas maneras de pensar las cosas del día a día. He dejado de pensar que Angélica es solo la figura de alguien muy fuerte como la mayoría de mis amigos y mi familia piensa. Dentro de todos mis viajes he tenido muchas cosas que vivir, momentos increíbles y difíciles y sobretodo he tenido mucho tiempo para darme cuenta de que nadie es solamente fuerte y nadie es solamente débil. Eso es una parte muy importante de quién soy yo hoy, no creo en un estado absoluto del ser. Y eso es cada vez más presente. No soy una wonder woman, pero puedo serlo para sacar fuerza de donde no tengo, así como también soy alguien muy vulnerable en muchas áreas de mi vida; me gusta esa dualidad de ser Angélica y compartir eso con el resto de las personas.

¿Hay algo que te defina?

No me gusta la costumbre de meter a personas en categorías. Creo en la pluralidad que está en todos nosotros y eso es algo que me hace pelear un poco contra el mundo y su rigidez. Durante mi adolescencia, en mi familia siempre escuché “Angélica defínete”, “haz esto o haz aquello”. Las personas tienen una necesidad de que les digas qué eres exactamente para que seas confiable o no sé qué y eso es imposible para mí. Eso es algo que me define mucho… (risas). El no definirme o encasillarme en algo permanentemente.

¿Por qué haces lo que haces?

Lo hago porque me gusta contar historias y estar en constante intercambio. Me gusta sobretodo poder interpretar visualmente o de una manera que perciban los sentidos la historia o la voz de alguien, sobre todo si es alguien que tal vez no habla mucho o que no todo el mundo nota. Todo siempre vuelve a ese punto. Hay algo… Cuando las personas me ven pintar creo que se preguntan cosas, eso no es exactamente por qué hago lo que hago pero pienso que hacer cosas con un sentido para uno hace que otros se pregunten cosas a sí mismos, como que sirve un poco de espejo. Cuando me siento a dibujar, cuando tomo una foto, cuando pienso en un proyecto, no pienso en lo que va a causar en los demás o el resultado como tal sino que todo nace del deseo de hacerlo porque sí y cuando termino, el mejor cierre es compartirlo con alguien más y ver cómo se transforma, eso es para mí parte del proceso creativo. Cuando estuve en México y pinté casas de personas y ellos me sacaban limonada y me regalaban un tamal, hablamos… La experiencia era también esa, era estar con gente que me preguntaba: “¿Por qué haces esto como trabajo?”. Así la respuesta fuera: “Te vas a morir de hambre” (risas).

¿Qué te motiva a levantarte todos los días?

Saber que me voy a volver a dormir otra vez (risas). No, mentira. ¿Qué me motiva? Pues… El proyecto que tenga, ni siquiera tiene que ser un proyecto grande, me emociono con cosas muy pequeñas y todo el tiempo cambia. Si tengo algo que está por terminar o que está en proceso, me levanto emocionada de dar ese avance, ese paso nuevo a evolucionar o que se cierre el proyecto o que salgan otros, o que se lance… todo eso me emociona un montón y me levanto sola como “bueno ya mi cuerpo descansó, ¿ahora qué sigue?”, ese ritmo de trabajar con diferentes personas, hacer cosas nuevas y de verlas crecer.

¿Qué es Filmouflage?

Filmouflage es un proyecto que comencé con una gran amiga en el 2012 y he continuado desde entonces con diferentes tipos de personas en Berlín. Filmouflage es una plataforma y un festival itinerante creado con el objetivo de construir puentes principalmente entre Bogotá y Berlín por medio de las producciones audiovisuales y el arte plástico colombiano. Abrimos un especio para la discusión de temas que quizás no se discuten en festivales más institucionales y nos interesa mucho mantener una relación horizontal con todo tipo de proyectos en Colombia. Durante los cuatro años hemos estado con la muestra en Londres, Bangkok, Malmo, Bogotá y Manizales. Estaremos lanzando convocatoria para la quinta versión titulada SOMOS que será en octubre en Berlín, ¡entonces estén pilas!

¿Qué es la feminidad para ti?

La feminidad para mí es una fuerza, me parece algo muy poderoso y algo que no se ve sino que se siente. Es algo que sucede dentro, no algo estético o físico sino algo que se expresa espontáneamente y es mucho más fuerte que cualquier otra cosa. Relaciono mucho la feminidad con esa base que necesita la vida para existir. Para mí es la base de todo. No pienso que las mujeres seamos víctimas de los hombres o de la masculinidad sino que sencillamente, la feminidad no ha tenido tiempo o espacio de desarrollo para mostrar su carácter único en la historia.

Cuéntanos de Herself

Con base en reflexiones sobre lo que significa ser mujer y lo que conlleva serlo o convertirse en ello, en el 2013 empecé un libro de fotografía, que continúa extendiéndose, que se llama Herself, en el que retraté a un gran circulo de mujeres cercanas a mí acerca de qué es para ellas ser mujer. Tomé también como insumo algunos textos escritos por ellas. A lo largo del proceso me di cuenta de que no tenemos nada qué perder como nos hacen creer a veces. La feminidad está en nosotras así muchas veces nos demoremos en descubrir esa fuerza interior.

Conozca el proyecto en: http://cargocollective.com/angelikaseeks/herself-project

¿Alguna mujer que admiras o que te inspire?

Mi abuela materna, Gilma Acevedo. Con ella comparto una conexión muy fuerte y solo el saber que ella existía sacaba fuerzas de mí en momentos que creía que no tenía. Era precisamente su feminidad la que me inspiraba, era muy sutil y siempre presente. Pero en general, muchas mujeres me inspiran, muchas personas me inspiran en mí día a día.

¿Qué es lo más difícil de ser mujer? ¿Qué es lo mejor?

Una de las mejores cosas de ser mujer son los ciclos, somos muy diferentes todas, pero creo que ser mujer está en principio conectado a los ciclos y es una cosa muy bonita porque nos hace tan conectadas con algo más grande que todo este cemento de instituciones que está construido alrededor de nosotros. Es algo que creo que llevamos casi como un instinto, como ese nacer y morir y renacer, no sólo por la menstruación sino porque siento que sí somos muy conscientes de eso, nos reinventamos constantemente. Lo más difícil… Lo más difícil hoy en día es el tema del empoderamiento, me parece a ratos muy agotador y confuso esa lucha por empoderarse en un mundo tan no-hecho para mujeres. Muchas veces faltan las herramientas, los canales, me parece difícil lograr como mujer sentirte en la mayoría de áreas de tu vida no condicionada por tu género y sentir que no importa qué hagas o cómo lo hagas.

¿Crees que la mujer tiene un papel específico en la sociedad? ¿Cuál?

Me parece que las mujeres somos las tejedoras, somos las que volvemos lo invisible, visible. Me parece que tenemos un poder de creación gigante y no es solamente el poder parir sino que somos un canal para dar a luz cosas, ideas, pensamientos, sentimientos. Somos como arañitas construyendo todo el tiempo redes alrededor que nos mantienen conectadas con otros, es algo muy importante. Creo que a veces se pierde esta capacidad porque culturalmente nos han educado a las mujeres a competir y a ser enemigas las unas de las otras, o por lo menos es algo que he vivido mucho y me causa mucha dificultad. Viví en Houston de niña y allá no viví eso, cuando llegue a Bucaramanga para mí fue muy difícil adaptarme, creo que nunca lo hice… Para mí es duro pensar en una mujer como mi enemiga solo por el hecho de ser otra mujer con iguales o diferentes cualidades.

¿Una lección que no olvidas?

Que nadie tiene realmente poder sobre ti. Hablando de ser mujer, mucho tiempo pensé que realmente había mucho poder sobre mí, o quizá lo hubo, pero eventualmente me di cuenta de que somos nuestras propias maestras y dueñas. Muchas veces esperamos que alguien nos diga qué hacer, cómo y por qué hacerlo, pero ese tipo de órdenes no le corresponden a nadie más que a nosotras mismas y eso es algo que todavía me cuesta a veces, a todas yo creo… es una cosa muy importante el decir “esto no tiene poder sobre mí”, puede ser una persona, un trabajo, un jefe, una idea, lo que sea y decidir en ese momento tomar las riendas. Está muy conectado a no tener miedo a decir lo que siento, permitirme sentir y ver qué trae… Tener el coraje de decirle a las personas que más amas también lo que te hacen sentir y lo que piensas de cosas que hacen, tener esa valentía en tu entorno más cercano de ser quien eres y no intentar agradar solamente porque amas. Uno es responsable de decir qué le hace daño, lo que le molesta, lo que no está bien, dónde no le gusta que lo toquen, me parece que es un paso importante hacia la no victimización de nosotras mismas, lo cual hace es un proceso difícil pero se logra dando ese paso de decir en momentos donde de verdad sabes, tu cuerpo te habla y sientes si sí o si no, pero decidir y decir.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

Irme de la casa a muy temprana edad. No vivo con mis papas desde que tengo 15 años, y es algo que en ese momento para mí fue el paso más fuerte que podía dar por no quedarme atrapada en algo de lo que no quería ser parte. Desde entonces creo que mi nivel de transgresora ha bajado (risas), siento que tengo que hacer algo otra vez, pero creo que eso ha sido de verdad una de las cosas más transgresoras que he hecho desde muy chiqui, decir “no tengo miedo”, “no sé qué me va a pasar pero me voy a ir porque no me gusta esto”. Lo transgresor siempre es un riesgo y siempre es un arma de doble filo, pero creo que de eso se trata un poco, de hacer algo a pesar de las consecuencias y obviamente el haber salido de un entorno familiar me ha hecho extrañar, sobre todo los últimos años, haber pertenecido a un “nido”. Pero me parece que en mi casa, en la dinámica de mi familia, si yo no hubiera hecho eso no sé qué hubiera sido de mí, no sé si hubiera podido ser quien soy hoy. También es a través de esa dificultad que uno se logra dar cuenta de lo importante que es tomar ciertos riesgos y no quedarse en la comodidad.

¿Un suceso que haya cambiado tu vida?

Cuando a mi abuela le dio cáncer, yo estaba trabajando en Berlín y tuve que escoger entre usar mis ahorros para venir acá a visitarla o irme a Indonesia a bucear y a viajar. Yo hablé con ella y con mi mamá, me dijeron: “Es tu vida, tú tienes que hacer lo que quieras y te parezca”. Y en ese momento decidí irme a Indonesia y es de las mejores cosas que pude haber hecho, que me marcó la vida, fue algo muy lindo. De… una experiencia real de vida, de viajar, de estar sola, aprender a manejar una moto, de dormir en un tren, dormir en el piso, comer cosas que no sé qué son, de ir a bucear, no entender absolutamente nada del lenguaje. Fue muy difícil decir “no voy a ver a mi abuela a pesar de que está mal” e igual tener esa fuerza y entusiasmo de decir “voy a vivir esta experiencia”, haberme permitido eso me cambió, y también gracias a que trabajaba obvio, pues… si no, no lo hubiera podido hacer así.

¿Qué te emputa?

Me emputa que la gente sea incumplida y que tengan una excusa para no… para no decir lo que piensan y lo que sienten, eso me emputa mucho. Alguien que te dice tarde algo bueno o malo casi que ya no sirve de nada, ¡con excepciones! Me parece que uno debe ser responsable con lo que siente y piensa, y me molestan las personas que esperan a tener una pelea o un problema para decir las cosas.

¿Dónde está tu masculinidad?

Mi masculinidad está en mis viajes.

¿Qué le dirías a Angélica si pudieras devolver el tiempo 10 años?

Le diría que hiciera aún más lo que le diera la gana, que hiciera todo lo que sintiera hacer. Le diría “haz lo que quieras, nada ni nadie es indispensable realmente en el descubrimiento de ti misma”. Creo que la vida consta de cómo uno se permite hacer cosas que le produzcan felicidad, calma, placer y risa. Le diría eso, ¡ah! Y “¡fortalece tu sentido del humor y haz buenos amigos porque sin eso la vida puede ser muy triste!” (Risas).

¿Qué admiras de los hombres?

¿Qué admiro de los hombres? Creo que lo que más admiro de los hombres es su capacidad por encontrar cosas que les producen satisfacción. Siempre admiro eso de mis amigos, no importa que tan inseguros sean en sus vidas personales, de alguna manera logran encontrar algo que les hace sentir satisfechos y eso me parece que es un valor muy grande, porque creces un montón en eso que te produce satisfacción. De pronto no están tan condicionados a pensar dos veces si hacer ciertas cosas o no y eso los hace estar más conectados con su deseo. Obviamente esto es mitad cierto porque todos los hombres son muy diferentes pero siento que es algo que veo y me gusta mucho.

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