Todas las niñas son bonitas, solo que unas lo saben y otras no
“Rubias, morenas, grandes o mínimas, gorditas o flacuchas, todas las niñas son
bonitas, solo que unas lo saben y otras no”, esta frase la leí hace por lo menos 20 años
(y tengo 25), en el libro Niña Bonita, de la escritora venezolana Menena Cottin. Y
marcó mi infancia.
Considero sin sentido – y poco acertado – establecer una definición pragmática de la
feminidad. Propongo que, por un momento, o por lo menos durante el transcurso de
este artículo, nos paremos frente a una composición holística de nuestro ser: sin
doblegarnos, ni cambiarnos, ni mucho menos imponernos rótulos. Por eso decidí
hacer un repaso frente a mi propia mirada de la feminidad para vagamente explicar
aquellos aspectos que considero importantes y así establecer un concepto propio,
subjetivo —y seguramente errado— de lo que es ser mujer en estos tiempos.
Somos lo que fuimos: energía luchadora
Las mujeres indígenas intervinieron en la lucha por la tierra y en la defensa de sus
etnias. Las afrodescendientes participaron en innumerables rebeliones en donde las
prácticas mágicas eran formas de resistencia. Hoy en día, la mujer apuesta por la
eliminación de los postulados sexistas y desafía los pensamientos enmarcados en un
sometimiento histórico. No olvidemos que somos lo que fuimos, energía luchadora.
No soy amante de Bachelet, ni de Dilma y mucho menos de la Kirchner. Pero admiro el
guiño que le dieron a la discriminación heterosexista en la política latinoamericana.
Punto para ellas.
Bitch Better Have My Money
La gran filósofa Rihanna lo anticipó. Las mujeres ocupan el 80% de las decisiones de
compra, es decir, la economía mundial gira entorno a nuestros gustos, y según el
Banco Mundial la participación de las mujeres en el mercado laboral durante la última
década ha tenido un papel primordial en la reducción de la pobreza en la región, así
que Bitch Better Have My Money. Falta que se elimine la discriminación salarial entre
hombres y mujeres. Bitch I REALLY want My Money.
Luna, lunita, lunera
En la astrología la luna es el símbolo de la mujer: representa las emociones, los
sentimientos y nunca tiene efecto retrógrado. La feminidad es descrita en los astros
como una energía hermosa que envuelve la infancia y construye a la familia. Incluso,
en la carta astral de un país, la luna representa al pueblo. Luna, lunita, lunera, qué
hermoso es pensarse luna, ¿no?
Sobre el maquillaje y los vellos en las axilas
Amo maquillarme, es más, no puedo salir sin mi delineador en el ojo, al mejor —o peor— estilo del Cat Eye. Y creo que el amor al maquillaje también despierta un gran tabú.
La gente relaciona maquillaje con falta de autoestima. Y ahí es cuando digo ¡NO! Es
igual que los vellos largos encrespados que están de moda, úselos si quiere.
No me considero una persona insegura, para nada; disfruto enfrentar al mundo con
mi peor pinta de domingo. Sin embargo, adoro el maquillaje y lo considero una
herramienta de empoderamiento femenino. Les juro, soy más sexy con esa línea mal
hecha en el ojo. Lo que quiero decir es que cada quien tiene sus rituales de belleza;
acción sagrada y diaria a la que gustosamente nos sometemos y que considero
indispensables para vernos en el espejo y reconocernos como la mujer que queremos
mostrar a otros y a nosotras mismas. Déjese lo vellos que yo tampoco me voy a dejar
de delinear.
En fin…
Todas las niñas son bonitas, solo que unas lo saben y otras no.
@adrimovits
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