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SAMANTA ARANGO #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA


¿Quién es Samanta?

Samanta es una mujer inestable pero esa misma inestabilidad le genera pasiones muy fuertes, no puede vivir nada en un nivel medio. Samanta es activista en la defensa del territorio, en este momento enfocada en el tema de movimientos antimineros proponiendo alternativas de vida que sean más incluyentes, generadas desde las comunidades de base y que estén en equilibrio con la tierra. Samanta es estudiante, le gusta mucho aprender, sobre todo en los diálogos y en las interacciones cotidianas. Samanta es quindiana, ama el Quindío, se muere por el Quindío, todos los días se levanta por el Quindío, es muy montañera, ama la montaña.

¿Hay algo que te defina?

Mi trabajo. Mi trabajo es todo lo que hago en el día y también el aprendizaje y el crecimiento personal está relacionado con este.

¿Por qué haces lo que haces?

Por la montaña (risas), porque amo la montaña. Porque la montaña no es sólo un espacio físico sino que crecer en la montaña me hizo ser lo que soy hoy en día; la forma en cómo me relaciono con las personas, con el entorno. Me hace pensar que en la montaña todo está en equilibrio, hablo de la montaña como ecosistema que funciona en beneficio y para la subsistencia de todxs. Es el ecosistema que tengo como referencia de lo que es una vida equilibrada.

Es por esto que trabajo en la ONG Amar Es Más, una asociación quindana que trabaja por la defensa de los animales y el ambiente, mejor dicho por todas las formas de vida. El equipo con el que trabajo es interdisciplinar y asimismo divertidísimo. Trabajamos parchando, eso es importante.

En este momento estamos con el tema de la Marcha Carnaval que es un proceso de movilización ciudadana y de alegría que se originó en Ibagué y desde el año pasado la estamos implementando en el Quindío. Este año tuvimos la segunda versión que fue el 2 de junio, y ahí nos reunimos para movilizarnos por la defensa del agua, la vida y el territorio y para generar conciencia de los problemas que aquejan al territorio; no únicamente la minería, es decir, sí tenemos como bandera la resistencia a la minería a cielo abierto porque es el problema más grande que nos está amenazando en este momento pero también es para acercar a las personas al territorio. También generamos material pedagógico y estrategias para la consulta popular que se realizará en Pijao el 9 de Julio. ¡Es un sentimiento muy fuerte lo que mueve esto!

¿Cómo fue crecer en tu casa en Quindío?

Increíble porque tenía constante contacto con la naturaleza y con otros mundos diferentes al de la ciudad: que es el campo. Y también por ser un departamento muy pequeño los tiempos y las distancias son otros, entonces la gente está más tranquila. Sin negar también la cantidad de problemas que tiene el Quindío a nivel social, pero por ese lado fue muy lindo estar en la ciudad y cerca al campo. Por otro lado, estaba también la sociedad conservadora, cero progresistas en la que yo me sentía un poco limitada y pues… yo quería otras cosas y eso fue lo que me hizo buscar otras ciudades.

¿En mi casa? Bueno… como en todas las familias, problemas, eso no es único de mi familia, pero fue muy chévere porque mis papas era muy diferentes, con pensamientos muy diferentes y tolerantes y siempre me respetaron mucho como individuo independiente que se piensa, que puede tomar decisiones, que crece, se equivoca y aprende y eso me permitió tener una perspectiva más amplia de muchas cosas. Mucho aprendizaje porque eran seres completamente opuestos desde posiciones radicales pero siempre se habló de tolerancia y de respetar al otro.

¿Qué es la feminidad para ti?

Es una pregunta muy chévere porque es una categoría y definir una categoría que está impuesta es complejo, pero uno lo siente. Yo siento que la feminidad es la corporalidad, no solo en términos físicos de los órganos sexuales sino la expresión del cuerpo. Siento que es una respuesta amplia porque se podría dar la misma respuesta para la masculinidad, pero personalmente mi feminidad está basada en la expresión de mi cuerpo.

¿Qué es lo mejor y lo más difícil de ser mujer?

El contexto machista si bien ha generado una cantidad de violencias, restricciones y coerción de libertad también ha permitido que entre mujeres se generen unos lazos de solidaridad muy fuertes. Entonces me parece increíble de ser mujer saber que hay un aquelarre ahí esperando. La misma condición de opresión ha generado unos vínculos mucho más fuertes. ¿Y lo malo? No, pues lo malo… yo no diría lo malo de ser mujer porque no es culpa de la mujer. Diría que lo malo de vivir en un mundo donde se ha puesto a la mujer en el imaginario como algo negativo, donde hablar de los derechos de la mujer es incómodo, ni siquiera en términos políticos sino por el hecho de ser mujer estar en un espacio de alguna forma controlado por hombres ya genera incomodidades porque somos objetos sexuales, porque así estemos en espacios abiertos y progresistas siempre va a haber un juego de poderes extraños por el hecho de ser mujer. Y bueno, todas las violencias que se viven a diario, por más de que no haya vivido en un contexto violento, esas violencias existen y se viven a otro nivel en lo cotidiano, a uno le dicen “reina”, “linda”. Siento que es una lucha constante, que para mí no tiene sentido el origen del problema, pues ser mujer u hombre no debería definir las condiciones de lo que estás haciendo y de lo que eres.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

Estudiar antropología por el contexto del que vengo y por mi historia familiar porque con mi familia siempre se planteó un plan de vida muy diferente, como estudiar una carrera mucho más estable económica y emocionalmente. Y escogí estudiar antropología tres meses antes de graduarme y no le dije a nadie, bueno, sólo a mis amigos. Escogí antropología, en un inicio, porque era una búsqueda de algo diferente que me permitiera una forma de vida y de trabajo diferentes. Y también por mi obsesión por escuchar a los demás y aprender de las cotidianidades de otros. Y transgresor porque mi familia se había planteado algo muy diferente y vengo de una sociedad muy conservadora y elitista en donde ese tipo de carreras se asocian al hipismo y al ser una persona bohemia. También ha sido trangresor la forma en cómo encaminé la antropología hacia los conflictos socioambientales y promover alternativas que no impliquen acumulación de capital.

¿Un suceso que haya cambiado tu vida?

Hacer parte de Tejido Territorial que es una estrategia que nace de la unión de los movimientos en defensa del territorio de los departamentos del Quindío, Tolima, suroeste antioqueño, Caldas y Risaralda, porque en el momento en que nos unimos nos dimos cuenta de que somos muchas personas trabajando por lo mismo. A este movimiento nos une los proyectos de la empresa minera AngloGold Ashanti pero va más allá de eso, no solo porque se resiste a ese modelo económico sino porque quiere proponer y hacer parte de una alternativa. Y aunque nos convocó la amenaza que representa esa empresa en el territorio, va más allá porque es una confluencia de muchos lenguajes diferentes, somos personas muy diversas, desde académicos y urbanos, hasta comunidades indígenas y comunidades campesinas que nos une el deseo de defender la tierra, y no solo como concepto de entorno y ambiente sino de quienes habitamos ese territorio. Defendemos lo que somos porque el territorio nos hace y nos permite existir. Y la relación que establece con el campo, porque esta empresa no llega por que sí sino porque es una zona fértil y rica en minerales.

Ahora hay un movimiento muy fuerte que es el de Tolima por el tema de la consulta popular de Cajamarca se han puesto en la tarea de articular el movimiento a nivel nacional, como nos unía la amenaza de una empresa en particular entonces dijimos hay que unirnos porque es algo que está afectando a toda la montaña. El año pasado nos unimos y en paralelo de la Corporación Podion y la Universidad Pedagógica se pensaron unas escuelas socio ambientales para pensar estratégicamente y que nos pensemos como territorio, también sobre las acciones que vamos a tomar para resistir al modelo extractivista y sobre todo para promover qué queremos ser y cómo queremos construirnos en ese mal llamado espacio “cinturón de oro”.

¿Con quién te reivindicarías?

Me reivindicaría con el campo y con las personas que producen la comida que nos alimenta. Me reivindicaría con los campesinos.

¿Qué te emputa?

Que me digan desempleada (risas) porque yo trabajo mucho. También me emputa la indiferencia hacia el bienestar del otro, yo sé que es amplio y seguramente yo soy indiferente frente a muchos temas pero trato de no serlo. Y cuando lo soy, me emputa mucho.

¿Crees que la mujer tiene un papel específico en la sociedad? ¿Cuál?

No creo que la mujer tenga un papel específico en la sociedad porque el hecho de ser mujer no nos obliga a nada. Diría que abogar por la igualdad y la tolerancia, pero eso lo tenemos que hacer todxs.

¿Qué le dirías a Samanta si pudieras devolver el tiempo 10 años?

Uy… Por un lado, que se preocupaba por unas pendejadas muy grandes (risas). En todos los aspectos, desde la parte más superficial hasta la más profunda de construcción de su propio ser y también que qué bueno que haya sido relajada y abierta a todas las experiencias y a esas ansias de conocimiento. Siempre estuve dispuesta a experimentar todo en todos los sentidos y eso me permitió estar hoy donde estoy.

¿Te sientes bella?

Sí. ¿Tengo que decir algo más? (risas).

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Una canción Cucurrucucu Paloma, Caetano Veloso

Un libro Dos puntos, Wislawa Szymborska

Un apodo que odiaste Sandra (risas)

¿Qué es la sexualidad? Placer

¿El pudor? No existe

¿El aborto? Libertad

¿La seguridad? Tranquilidad

¿La felicidad? La montaña

¿La religión? Uy… ¿Dogma?

¿La política? Una herramienta

¿Qué te enamora? Alguien que sepa de plantas

Un sabor Ácido

Una parte del cuerpo La espalda

Una frase “Ni tan buena como dios, ni tan mala como el diablo”

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Gracias Samanta por el espacio.

@MyGrlStory

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