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MANUELA ILLERA #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA


Cuéntame de ti.

Soy artista, pero también me considero una creativa visual, porque no me dedico 100% al arte. El arte es mi raíz, de donde nace todo lo que soy, lo que me conecta con mis cosas, pero también me muevo en otras ramas de la movida visual. Entonces en Alemania vivo hace 3 años, ya ha pasado un tiempito, estudio aquí. Y aparte del arte he trabajado con producción de teatro, producción de ópera y ahora estoy empezando una pequeña empresa de comunicación estratégica para redes sociales. Entonces tengo varias ramas, pero todo gira en torno a la pintura y al arte plástico que es de donde sale lo que soy.

¿Hay algo que te defina?

Yo creo que… quizá la forma directa de como me gusta expresar las cosas. En mi arte no tienes que pensar mucho y ver e intentar descifrar qué dice. No quiero que sea como una especie de statement positivista, sino más bien hacer una reflexión profunda. Entonces es como directo, si hay algo que me defina es el mensaje directo, yo diría.

¿Por qué decidiste irte para Alemania?

Hubo varios factores personales, como no sentirme bien con lo que estaba pasando con mi carrera en Colombia y también intereses. O sea, me interesaba mucho, por ejemplo, poder conocer todo lo que vi en la universidad en diapositivas, pues poderlo ver en vivo. Para mí eso fue parte clave de salir de Colombia. Y Alemania salió por una coincidencia familiar, porque mi hermano se vino a estudiar a Berlín entonces por practicidades familiares, se dio así. Y parte de la motivación fue poder ver y conocer la raíz del arte, Berlín es cuna de lo que está pasando a nivel del arte; era para mí imperativo poder mezclarme con esas movidas. Estoy estudiando y trabajando.

¿Por qué el arte visual?

No sé, es lo que me trae satisfacción. Quizás es una cuestión un poco hedonista. Tiene una raíz muy primitiva: es lo que me hace sentir re-bien, ¿si me entiendes? Me hace sentir bien conmigo misma, me permite estar muy fresca; lo que siento con el arte no lo siento con otra cosa. Bueno, ¡con la música también! La música me ha traído unas sensaciones muy especiales. Es como un feeling. Es como ser un poco adicta a ese feeling de estar realmente en el centro. Un sentimiento de sentirme muy plena, mente vacía y con ganas de hacer. Yo creo que esa es la razón… primitiva ¿no? Hay otras razones… políticas, sociales, yo qué sé, intelectuales. Pero la razón primitiva es esa.

¿Cómo fue crecer en tu casa?

Pues crecer en mi casa… Fue una chimba la verdad (risas). Porque mis papás son unas personas muy abiertas, muy relajadas, muy de mundo. Es una familia moderna… liberal, es decir, mis papás ni son conservadores ni son ultra-religiosos; son como unos padres muy jóvenes. Y mi papá en su época pintó, hizo música también —mi papá es diseñador gráfico y publicista—. Es como una gente que cree en mí y eso es un gran plus. O sea, mi papá me cree TODO. Todo lo que yo le diga, el cucho se lo cree. ¡Entonces eso es re bueno! Porque lo que sea, el man cree en mí, el man me apoya, y a partir de eso es que yo he sentido una libertad muy vasta para poder crear. Creo que crecer en mi casa fue un lujo. Por ese lado pues me siento muy afortunada.

¿Qué te motiva a levantarte todos los días?

La evolución… personal. Ver cómo crece uno por dentro y por fuera, me parece que es un motor… O sea, el querer más. La ambición de mejorar me para siempre; la novedad. Cada día puede traer algo nuevo, cada proyecto, cada pintura y eso me llama constantemente. Poder ver cómo uno evoluciona y cómo uno cambia a partir de las decisiones propias, eso es como la magia. Es eso que no depende de nadie más sino de ti. Entonces pues si no te paras, ¡pues no te paras! Pero allí ya perdiste algo (risas).

¿Un suceso que haya partido tu vida en dos?

Yo creo que un gran suceso fue cuando me fui a vivir a Argentina cuando era muy jovencita… y me robaron. Ese suceso fue heavy porque me había ido muy cargada de gadgets electrónicos para hacer video. Yo estaba en tercer semestre de universidad y quería ir a hacer algo de video y cine en Buenos Aires, mejor dicho iba con toda la vaina para hacer video. Y a los 15 días de haber llegado, en el hostal donde me quedaba… entraron dos tipos, me amarraron, me amordazaron y me robaron todas mis cosas. Me robaron todo con lo que pensaba trabajar, y bueno, me robaron hasta mi identidad porque me robaron el pasaporte. Entonces era literalmente nadie en un país donde nadie me conocía y muy joven, tenía 20 años. Entonces tenía que hacer algo, tuve como que madurar y pensar ¿Qué hago ahora que no tengo “las cosas” que me dan comodidad?

Pues resulta que lo primero que se me ocurrió fue ir a una papelería, comprar unos vinilos y unos pinceles con la poca plata que tenía y me puse a pintar. Había una pulsión en mí que necesitaba crear algo. Y ese suceso yo creo que fue lo que me acercó a la pintura, que es mi medio principal y bueno, fue un momento de crecer y tomar responsabilidades.

¿Qué es lo más difícil de ser mujer?

Lo difícil de ser mujer es esa vulnerabilidad social, es lo único difícil porque el resto es una chimba. ¡En realidad ser mujer no es difícil es lo mejor del mundo! Pero la vulnerabilidad social, eso es lo que es más complicado; la desigualdad… todo el cliché que conocemos. Y siempre pasa, yo soy una persona que siempre me he sentido muy neutral en cuanto a mis energías femeninas y masculinas. O sea yo puedo ser súper femenina pero puedo ser súper masculina, intento siempre estar como en un medio, y a partir de allí intentar que mis movimientos no sean basados en la desigualdad sino en la igualdad, ¿si me entiendes? Hay gente que se enfoca en lo malo y ve lo malo, hay gente que se enfoca en lo bueno y ve lo bueno. Entonces a partir de allí como que fluyo de una manera donde no siento que el hecho de ser mujer me afecte directamente, pero es inevitable no ver la desigualdad que hay en todas partes. Por ejemplo en mi campo… en las artes. Las mujeres que entran a los museos por lo general entran desnudas en las pinturas y ya (risas). Y eso es difícil, el porcentaje es abismal, ¡artistas hombres en los museos como el 97%! No lo tengo muy claro, ¡pero es ridículo!

¿Qué es para ti la vulnerabilidad?

Para mí vendría a ser el hecho de que hay unas reglas en la sociedad que no nos ayudan a las mujeres. Y eso nos hace vulnerables. Yo diría que son una especie de statements sociales que nos hacen vulnerables por default. Todo eso es una ilusión, una mentira, una programación social. Pero eso está variando un poco, sin embargo la programación social está hecha para que la mujer sea un ser vulnerable en la sociedad. El mundo está hecho para que rijan los hombres; para que las cabezas de las grandes compañías, de los gobiernos, las instituciones… sean hombres. Y… biológicamente hay una diferencia en cuanto a fuerza–debilidad entre hombres y mujeres, pero eso no tiene porqué representar que los hombres tengan el poder.

¿Qué te emputa?

Pues me emputan varias cosas. Me emputa, por ejemplo, que las chicas no reconozcan su valor. Claro, me emputa que los hombres no lo reconozcan, pero algo que me emputa más es que las mismas chicas no lo reconozcan. Encontrar amigas o chicas —me ha pasado muchísimo— con las que tengo relaciones cercanas, que realmente no valoran las habilidades que tienen. Habilidades de todo tipo: sociales, intelectuales, artísticas… Que no las reconocen y que no las explotan por culpa del miedo. Esas cosas me dan rabia. ¡También me da rabia la desigualdad, el patriarcado, BLA BLA BLA! Pero una raíz más profunda es que las mismas chicas no reconozcan el valor implícito que tienen.

¿Qué solución le darías a eso?

Yo personalmente soy de las que siempre vota por el conocimiento propio. Yo creo que las personas que no buscan por dentro MUY profundo, pues no se dan cuenta de lo que son y lo que tienen. Yo creo que lo primero es… preguntas personales internas; una búsqueda re profunda de todo, de los orígenes. Cuando uno llega a un punto donde uno se empieza a ver como un ser complejo, es que uno empieza a reconocer para qué está hecho y para qué vino y ahí meterle toda, porque no todos vinimos a lo mismo. Esa búsqueda y ese “conócete a ti mismo” —clásico—, para mí es la solución a muchos problemas; ese diálogo interno para mí es mega clave. Al que le falta eso le faltan muchas cosas.

¿Te sientes bella?

Sí (sonrisa)... Ahora sí; hubo seguramente momentos donde no me sentía bella. Pero últimamente más. Últimamente me siento como… ¡guapita! (risas)

¿Qué es la feminidad para ti?

WOW, para mí es… El poder de creación; es el poder que crea. No sé si es por ser mujer, pero así como muy abiertamente creo que la feminidad es lo que tiene que ser (risas). O sea, yo creo que el poder de creación, el impulso, la chispa creadora, que da a luz: esa es la feminidad. Y obviamente está en los hombres y en las mujeres. Pero la feminidad es esa energía creadora, la energía de la tierra, la luna, la noche, la oscuridad… todas esas energías.

¿Tienes un lado oscuro?

¡Sí claro! ¡Todos lo tenemos! ¡El que lo niegue no sabe nada! (risas). Pero más que “oscuro malo”, es como el lado inexplorado. El lado oscuro es el lado que uno no ha ido a mirar con la linterna, por eso está oscuro. Seguramente da miedo ir a mirar. Yo creo que en ese lado oscuro hay impulsos animales, momentos traumáticos que uno quiso olvidar. El lado oscuro también es como una parte del subconsciente… Recuerdos, momento muy simples que marcan la consciencia y que seguramente están rigiendo otra parte de tus comportamientos. Es un lado inexplorado, el lado al que toca ir. Toca iluminar para saber más.

¿Qué le dirías a Manuela si pudieras regresar el tiempo 10 años?

Yo le diría que… que crea siempre en lo que hace. Que no tenga miedo y que siga así, que lo está haciendo muy bien. Que no sea arrepienta de cosas y que todo lo que haga lo haga con pasión. Que cree con pasión, que ame con pasión, que todo con pasión encendida… ¡Y que no sea boba! (carcajada).

Manu una lección que no olvidas.

Pues fíjate que precisamente estuve de vacaciones en Valencia y estuve como 3 semanas… playa, comida, vacaciones, relajación. No estaba pensando en responsabilidades. Y en un punto ya al final de las vacaciones me puse a mirar las estrellas y empecé a sentir que me hacía falta volver, empecé a sentir esa necesidad de volver a conectarme, a crear, o a hacer algo que me recordara quién soy yo. Y en ese punto me di cuenta que uno sí está conectado con el resto, eso es difícil notarlo, pero que también está conectado con algo más… Que no sé qué es ni cómo se llama. Pero cuando uno siente que esa soledad está acompañada por algo más grande que uno, es como una sensación del Universo… realmente nunca te abandona, estés donde estés. La lección es que uno así se sienta solo, nunca está solo, hay algo más ahí; algo que está presente dentro de uno y es algo muy sublime.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

No sé si transgresor, pero digamos que una de las obras que ha tenido un contenido de confrontación, fue una serie de grabados que presenté en Barcelona el año pasado, fue una serie de 18 grabados que los hice a partir de una invitación que me hicieron para una exposición sobre los Derechos Humanos. Y a mí me había tocado el derecho que dice “Todos somos iguales ante la ley”. Entonces, ese derecho humano es como chiste en realidad (risas). Y yo tenía que hacer como una reflexión al respecto. Hice 3 personajes: una drag queen, una mujer indígena y un campesino. 3 estereotipos de persona. La idea en esos grabados era hacer preguntas sobre lo que realmente quiere decir ese derecho. Mi idea era poner en cuestión esa afirmación, pero los Derechos Humanos no deberían ser afirmaciones sino preguntas. Entonces la pregunta es ¿Somos todos iguales ante la ley? Y otra pregunta importante es: ¿Qué es la ley? Y otra: ¿Quiénes somos?... ¿Es lo mismo decir: indio, puta, pobre? ¿O decir: indígena, homosexual, campesino? ¿Somos humanos o somos etiquetas? ¿La ley funciona para las etiquetas o para las personas?

¿Tú crees que el sistema nos tiene miedo a las mujeres?

¡Pero claro! Naturalmente. Somos un poder muy heavy. Desde muchos aspectos la energía que corre a través de nosotras es muy poderosa y lo ha sido siempre, lo fue desde el principio. Las reglas generan control, pero entre más nos conozcamos a nosotras mismas, más nos podemos ir liberando de ese sistema. El sistema está basado en un sistema capitalista, donde importa primero el dinero que las personas y yo creo que no sé, que a las mujeres nos importa más las personas que el dinero —a algunas—. Nosotras tenemos el poder para hacer tambalear muchas cosas.

Dale play

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Una canción Niebla, Corales Silentes (una banda que tuve con Dani)

Un libro Seda, Alessandro Barico

¿Qué es la sexualidad? Es disfrute, libertad, energía y poder

¿El pudor? Mierda

¿El aborto? Decisión

¿La seguridad? En todos los sentidos es ilusoria y transitoria

¿La felicidad? La meta

¿La religión? Una herramienta

¿La política? También

¿Qué te enamora? La sensibilidad

¿Un sabor? Paella, MMM qué rico

¿Una parte del cuerpo? Costillas

Una frase "Debo dejar de preocuparme por contribuir a la expansión de consciencia y mejor abrir una ventana para que otros puedan ver la mía."

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Grabado, Manuela Illera

Sigan sus proyectos:

Arte:

Instagram: @manuelapintora

Música:

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Gracias Manu por ser la mujer hermosa que eres y por abrirnos esa ventana a tu mundo.

@Mygrlstory

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