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GUILLERMINA BAENA #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA


¿Quién es Guillermina?

Vaya qué pregunta, me creerás que a estas alturas después de 70 años no sé con exactitud quién es Guillermina. Mi certeza estructural es que soy una profesora con vocación pero con cansancio.

¿Hay algo que te defina?

Soy mujer, me gusta cantar, bailar… pero ahora solo lo hago por terapia. Me gusta ser mujer, aunque es un camino muy difícil.

¿Cómo fue crecer en tu casa, cómo fue tu infancia?

Durante 10 años fui hija única hasta que nació mi hermana. Mis padres me cuidaban exageradamente; no sé si eso me hizo más daño que beneficio, y no por culpa de mis padres, ellos ponían su mejor esfuerzo. Sin embargo no recuerdo haber sido feliz, al contrario, muchas veces me sentí reprimida, vigilada, angustiada por llegar tarde cuando me esperaban ya en la puerta porque habían pasado minutos de retraso.

Mi madre me enseñó a recitar y me acuerdo en la estación XEW todas las semanas recitando una poesía que me aprendía y ensayaba todos los días. Recuerdo también escribiendo en la sección para niños del periódico Novedades. Mi madre siempre me alentaba… me dijo que podía ser periodista. Sin embargo, acabé inscribiéndome la licenciatura de Ciencias Políticas, atraída por la idea ser profesora. Y aunque sí tenía facilidad para escribir (es más, escribía poemas, cuentos y hasta intentos de novela), no creo que hubiera podido dedicarme de lleno a ser periodista, me quedé en la docencia.

¿A qué te dedicas actualmente?

Soy profesora y prospectivista. Fíjate que ahora busco respuestas, a no sé qué preguntas, eso es lo que nos mantiene alertas.

¿Qué buscas?

No lo sé, si lo supiera ya no lo buscaría o no tendría chiste encontrar algo que ya existe.

Toda mi vida he buscado... del periodismo pasé a la investigación, a la metodología, luego a la comunicación, a la administración pública. He incursionado en comunicación rural, mercadotecnia política, comunicación educativa, comunicación para la salud (¡mi favorita!), elaboración de tesis, análisis del discurso…Sabes, se me olvidan algunas… Mmm, bueno… búsquedas, de todo, multidimensionales, multi todo, búsquedas, eso es…

¿Cómo llegas a la prospectiva?

Recuerdo que era el año del encuentro de los dos mundos (1492-1992), la Asociación Internacional de la Publicidad (IAA) celebraba en Sevilla su Congreso. Esa vez hubo una ponencia de Futurología ¿Futurología? Mi cabeza encendió un foco, ¿qué era eso? ¿es ciencia? ¿es locura de algún genio publicista? Ahí empecé con mi curiosidad de mirar al futuro.

Regresando a México inicié el armado del rompecabezas, descubrí que en esto de estudios del futuro había algo llamado Prospectiva. De manera autodidacta, con apoyo de mi ayudante, fui descubriendo, poco a poco, ese mundo y sus autores.

En la Facultad de Ciencias políticas y sociales de la UNAM logramos que se introdujera la materia de Prospectiva Política como obligatoria. Le pedí al Coordinador del Centro de Estudios Políticos que nos dejará abrir un Seminario permanente de estudios Prospectivos. Le entusiasmó la idea porque en esa materia era donde la planta de profesores estaba más débil, sería una manera de profesionalizarnos.

Iniciamos en enero del 2003 y todavía seguimos reuniéndonos semanalmente…

¿Qué es la prospectiva?

Es construcción de futuros, holística, multidisciplinaria, ve desde lejos, el pasado y hacia lo lejos el futuro.

¿Es la prospectiva una disciplina?

Más que considerarnos disciplina somos la indisciplina, la materia incómoda que viene a sacar de su zona de confort a la seguridad intelectual que hasta ahora no ha servido para resolver problemas... y de paso arrasamos con sus herramientas metodológicas, que por más sofisticadas que hubieran sido ya no funcionan para comprender, interpretar, pero sobre todo, enfrentar el futuro de un mundo como el actual donde solo una cosa ha cambiado: TODO.

En materia de igualdad de género ¿Qué discusiones se han dado desde la prospectiva?

Muchas prospectivistas han sido mujeres incluso presidentas de las organizaciones mundiales. Hemos estado preocupadas por el género y el año antepasado hicimos un seminario en honor a Eleonora Barbieri, una mujer que ha sido el alma de los estudios de futuros en el mundo.

Desde 1968 eres profesora de la UNAM, cómo ha sido ser maestra e investigadora en un país como México y en un medio como el académico siendo mujer.

Siempre he sentido la discriminación por ser mujer pero es más patético el asunto… No sé si recuerdas una película, el Color Púrpura, donde la protagonista dice soy pobre, soy negra, soy fea, soy mujer, yo decía algo similar pero en vez de negra, ponía periodista.

Como alumna y como maestra me ha tocado vivir intensamente muchas etapas cruciales de la UNAM: movimientos, huelgas... He ascendido pocos peldaños de la administración y tres veces intenté proponerme para la Dirección. Yo pensaba… pero si mi proyecto es lindo, conozco la Facultad, sé de lo que adolece. Pero no quería entender que las mafias de poder eran las que llegaban, y yo siempre pagué muy cara la factura de no ser de ninguna de ellas. Al final de tu vida te das cuenta que no solo son tus principios los que pagan, es tu salud, tu familia, tu situación académica, tu lucha en estado permanente por tu independencia y porque no te hagan a un lado y no te discriminen.

¿Qué es la feminidad para ti?

Es delicadeza, compromiso, responsabilidad con los demás.

¿Qué es lo más difícil de ser mujer?

Un proceso con un camino muy difícil de lucha cotidiana. Si uno no es favorecido por un rostro o un cuerpo bonito, las veredas son más complejas.

¿A qué mujer admiras?

A muchas de quienes he aprendido varias cosas. De mi madre aprendí el cuidado por los hijos.

Mis amigas escritoras que son como mis segundas madres… cada una me enseñó algo, y sigo aprendiendo detalles hasta cómo llevar un traje sastre a un evento (risas).

¿Qué amas de ti misma?

Mi capacidad para recuperarme de los golpes y encontrar en ellos retos que me hacen seguir adelante.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

Muchas travesuras (risas)... Amar la prospectiva y derribar barreras de todo tipo para salir con ella adelante.

Si pudiéramos devolver el tiempo ¿Qué le dirías a la Guillermina de hace 40 años?

Creo que hubiera estudiado medicina o me hubiera vuelto actriz, son mis dos carreras frustradas. Te cuento algo (susurros) me quería meter a medicina porque me dicen hasta de apodo ‘doctora’ y luego hay quien me pide recetas. He aprendido medicina y medicinas alternativas por ello, pero también por causa de todos mis males.

¿Una lección que no olvidas?

Fíjate lo que voy a decir, y que no se malentienda, pero es una lección muy fuerte que he aprendido durante la vida y es que ‘a los traidores no hay que perdonarlos’. Lo peor que he hecho en mi vida es perdonarlos, y este país y su justicia, es lo peor que han hecho... no tendríamos tanta corrupción. Aprenderlo ha sido muy duro y me ha perjudicado a mí y a mi familia…

Una canción: Me voy a quitar de en medio de Vicente Fernández.

Un libro: Muchísimos me dan diferentes lecciones, ideas, frases.

Un apodo que odiaste: Ballena

Un agüero: futuro

¿Qué es la sexualidad? Naturaleza

¿El pudor? Prejuicio

¿El aborto? Necesario a veces

¿La seguridad? Sufrimiento

¿La felicidad? Deseo construcción

¿La religión? Columna

¿La política? Apasionante

¿Que te enamora? Ducha de agua tibia

Un sabor:Miel

Una parte del cuerpo: Piernas

Una frase:Visión compartida de futuro

Guillermina, maestra, gracias por tantos años dedicados a enseñar, por su paciencia, por su dulzura y, sobre todo, por esa pasión y convicción de entregarse a la incertidumbre como espectro para entender la realidad.

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