PAULA MALIK #BOLDWOMAN #TODOPODEROSA
¿Quién es Paula?
Una mujer, común, con miedos, sueños, pasiones, gustos. Soy una mujer que busca poder realizarse y esa realización, la he llevado a cabo a través del arte y de mi ejercicio como payasa. También a través de un proceso profundo y largo, que continúa, de observar mis comportamientos, tratar de entender a que se deben y tratar de afinarlos o romper ciclos. Trabajo en mi empoderamiento también. Y por supuesto, llevo a cabo esa realización a través de mis relaciones personales, a través de la relación con mi hijo, con mi compañero, con mis amigos y amigas, en mi trabajo.
¿Hay algo que te defina?
Mi sonrisa
¿Cuándo decides volverte payasa y por qué hace parte de tu realización personal?
Siempre me ha gustado mucho la diversión. Hay cosas que me tomo muy en serio y otras que trato de no tomármelas tan en serio. Muchas de las que trato de no tomarme en serio son cosas serias y establecidas para las personas, no digamos comunes, porque soy una persona común, pero para las personas que no se cuestionan tanto los paradigmas sociales. Son cosas que tendrían que ser muy serias y me parece que hay casos en los que la seriedad no va conmigo.
Hubo un momento en mi vida que decidí que no iba a trabajar en nada que no me gustara y prefería trabajar a partir de la diversión y la alegría, y no desde el conflicto entre las personas – había estudiado Derecho-. En este momento tomé una decisión muy importante. Mi mamá fue un factor pesado -no por ella pero si por ser la madre-, me dijo que no podía ser payasa: “estudiaste Derecho y te fue súper bien, tienes que ser abogada para tener éxito y que te vaya muy bien”. Me vi enfrentada al miedo y a los prejuicios sociales de lo que se tiene que ser. Fue un paso importante en mi vida.
Yo era malabarista antes de estudiar Derecho. Estudié Derecho y me pagué toda la carrera haciendo trabajos como malabarista, de hecho dicto un taller de malabarismo en el Externado hace más de 15 años. En mi puesta escénica en el malabarismo, yo no era una… ¿cómo decir?.. Así como elegante y formal, sino que en la puesta escénica había un poco de humor y picardía, entonces intenté analizar eso. Me gradué como abogada y después de 2 años de trabajar en esa profesión, que me gustó mucho y considero importante para conocer las condiciones y relaciones humanas, hubo un momento en mi vida, una coyuntura muy especial que hizo que no estuviera tan contenta con el lugar en el que estaba como abogada y paralelamente continué haciendo malabares, dando clases, dando espectáculos y decidí que no trabajaría en nada que no me gustara. No me negué al Derecho, pero sí tomé la decisión de no trabajar en algo que no me gustara y cuando tomé esa decisión se me abrieron muchas puertas y la posibilidad de ser payasa profesional. Tomé la decisión, y el primer taller y el segundo y así…
Cuéntanos un poco sobre tu trabajo
Mi trabajo es maravilloso, claro, para mí es la posibilidad de ser la inocente, transparente, espontánea, folklórica y hasta la tonta que siempre he querido ser. La seriedad del mundo y sus máscaras no van tanto conmigo. Aunque mi formación de abogada me permite ser muy muy seria cuando las circunstancias me lo piden.
¿Cómo elaboras el personaje de Clementina la Eterna Enamorada?
Es mi primer taller de clown, en el Ku Klux Klowns con Mario Escobar y Fernando Rojas, -que ya no están juntos como compañía pero en ese momento si lo estaban y eran de los primeros que hacían vainas de payaso acá-, hicieron un taller en el que nos ponían a hacer muchos ejercicio de ser Paula, de ser cada uno quien es.
Y uno de los ejercicios fue empezar a preguntarnos vainas de la vida privada y personal. En mi caso, me preguntaron sobre mis relaciones amorosas y ahí encontraron ellos -y yo- un material muy poderoso pues era algo que a mí definitivamente me afectada mucho. Hay mucha comedia en la tragedia. Entonces mi gran tragedia era pasar de un amor a otro, de repetir patrones. Ellos me hicieron la pregunta “bueno entonces te han roto el corazón muchas veces?”. Realmente no me lo han roto, no creo que los hombres que ha pasado por mi vida hayan tenido la intención malvada de hacerme daño ni mucho menos sino que yo les he facilitado, o me he puesto de papayita. A partir de esa reflexión nació Clementina, fue un ejercicio del primer taller de clown que tomé, nació como un número de 5 minutos. Después tuve una amiga que trabajaba para el Festival Iberoamericano de Teatro y me propuso hacer el espectáculo para ese festival como una obra completa y me lancé al ruedo para hacerlo en una obra de una hora, que no es la que actualmente está. Pero la esencia es la misma: ¿dónde buscamos el amor? ¿Por qué vienen estos patrones que se repiten? ¿Por qué yo me ponía al servicio de los hombres sin importarme nada más? Entendí que venía de mi educación con los cuentos de hadas, de todas las blanca nieves, cenicientas y demás… una educación súper machista. Unido al factor del abandono por parte de mi padre. Entonces Clementina es una catarsis a un montón de creencias y una posibilidad para entender que el amor nace de mi y lo tengo que practicar conmigo misma. No debo esperar que alguien desde afuera me dé algo que yo misma no tengo adentro.
Me llama la atención que digas que influyó el abandono de tu padre, ¿Por qué crees eso?.
Fuertísimo. A mí me criaron en un ambiente absolutamente machista y todo era enfocado a conseguir marido. Yo tenía ese miedo que mi marido me abandonara. Entonces por la experiencia que había vivido en mi casa, creía que nada era suficiente, por mas que me esforzara, igual me iban a abandonar… y así pasaba. Me esforzaba por servirlos y por hacer lo que ellos quisieran, era muy dura conmigo misma. Nunca podría merecer estar bien, tranquila y protegida por el universo. ¡Era una sufridera!…
¿Cómo fue crecer en tu casa?
Pues mi casa tuvo muchos lugares. Viví con mi mamá y con mi abuela. En los lugares en que viví con mi mamá siempre llegábamos a un lugar nuevo, así que con mi mamá y mis hermanas nos hicimos muy unidas para facilitar los cambios y adaptarnos. Siempre era una aventura. Con mi abuela había mucha formalidad y bastante disciplina doméstica, pero solo para las mujeres… para mí. Mi abuela me exigía comportarme como una “buena mujer” en sociedad. Una educación totalmente machista. Ella quería facilitarme la vida, creía que ser una mujer como se “espera” me ayudaría a encontrar un buen marido y encajar en la sociedad.
¿Qué significa ser mujer en el circo? ¿Consideras que hay machismos o desigualdades o es más inclusivo?
Sí hay machismos. El malabarismo, por ejemplo, es más una práctica de hombres y en ese sentido claro que hay machismos frente a la mujer. Pasa también lo contrario. Cuando hay mujeres buenas se les magnifica por lo que precisamente no es la costumbre que sea una práctica realizada por mujeres. En el tema de payaso, también los payasos han sido mayoritariamente hombres, históricamente han sido hombres. Las mujeres payasas en el mundo tienen 20 años. Pero en el circo, personalmente, no he sentido o no he sido consciente de un trato machista en ese sentido. Pero definitivamente si hay un movimiento más fuerte de payasos hombres, si hay como una cosita, como un velo, de que a la mujer no se le tienen tan en cuenta, le toca hacer un esfuerzo mayor para sobresalir.
¿Consideras que el sistema nos tiene miedo?
Tal vez, porque tenemos mucha fuerza y esa fuerza ha estado oculta durante mucho tiempo.
¿Qué es lo más trasgresor que has hecho?
Tal vez ser payasa. El tema de los payasos es porque para mí, mis payasas, mis personajes, me han abierto la puerta para poder decir vainas que normalmente, muchas personas, incluso yo misma, no las digo. Pero por ejemplo transgresor light, fue cuando nos metimos con otros dos amigos en la fuente de caracol de la 67, nos metimos como nadadores de nado sincronizado y nos querían sacar pero no se querían mojar y nos decían “sálganse”, los amagábamos como que nos salíamos, ¡pero no!… pero es un transgresor divertido que no va más allá.
¿Te sientes bella?
Si, claro
¿Un suceso que haya cambiado tu vida?
Varios sucesos cambian mi vida constantemente. Ser madre, empezar a practicar mi amor propio.
¿Qué te emputa?
Me emputa que la gente se pase de lista y el engaño.
¿Qué le dirías a Paula si pudieras devolver el tiempo 10 años?
Que pase más tiempo con su hijo. Con mi hijo tengo una relación muy linda, de mucha confianza. Sin embargo, hace unos 10 años, por todas mis inseguridades y mis miedos, y mi propia confusión en mi vida, estuve bastante ausente de él. Hay cosas que dentro de esa vida que yo misma he elegido, ha sido que yo nunca he sido la mamá de: “bueno, nació mi hijo y mi vida se convirtió en mi hijo”, nunca pasó. Mi vida siempre ha sido mi vida. Para mí lo más importante, precisamente, es ese conocimiento y auto sanación que nadie más puede hacer por mí, entonces fui de las mamás que no estuvo en todo. Sin embargo creo que hubiera podido ser más, digamos, no me arrepiento de haber hecho mi vida para nada, pero si tomé más distancia de la que me hubiera gustado. Creo que hubiera podido estar más con él, de todas maneras haciendo mi vida.
¿Cómo ha sido tu experiencia con la maternidad?
Siento que mi hijo es lo más lindo que me ha dado la vida. Cuando fui adolescente tenia clarísimo que no quería tener hijos, sin embargo, llegó Jose sin esperarlo. Fue una experiencia muy importante. Mi hijo ha sido mi maestro -los hijos son unos maestros increíbles-, es mi amigo, es una experiencia bellísima y también durísima porque de todas manera seguimos siendo estos seres imperfectos que trasmitimos dudas, miedos, inseguridades con algunos de nuestros hijos. También les hacemos daños y es inevitable, y en ese sentido es duro. Pero nos enseñan a ser mejores personas.
¿Alguna mujer que admiras/ te inspire?
Varias, las mujeres empoderadas. Varias de mis amigas. Las mujeres determinadas en sus logros, como mi hermana.
¿En que estas trabajando ahorita?
Sigo con El Externado dando mis clases. Es como mi segundo hogar. Doy clases de malabarismo, clases de creatividad en la expresión corporal, en una maestría en innovación en Administración de Empresas. Tengo a Clementina La Eterna Enamorada y mi segundo unipersonal que es la Banda Animal, un espectáculo bastante absurdo.
Una canción Soy paz, soy pan, soy más, Mercedes Sosa
Un libro Memorias por correspondencia, Emma Reyes
Un apodo que odiaste Pato
Un agüero No tengo
¿Qué es la sexualidad? Una experiencia sublime
¿El pudor? Un bloqueo
¿El aborto? Una salida
¿La seguridad? Una convicción
¿La felicidad? La tranquilidad y la coherencia entre tus pensamientos deseos y acciones
¿La religión? De las peores armas de control
¿La política? Una herramienta en desuso
¿Qué te enamora? La creatividad
Un sabor Depende del momento
Una parte del cuerpo Los ojos
Una frase ¿Mía? La risa es lo que me tomo mas en serio
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Paula, que tu risa e irreverencia siga contagiando al mundo. Gracias por compartirnos un pedacito de tu vida. Mucho cariño
@MyGrlstory