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LUCERO PAPANIKOLOPOULOS


¿Quién es Lucero Papanikolopoulos?

Alguien que se está volviendo más... Lucero… cada vez.

¿De dónde viene tu apellido?

Griego, mi papá era griego. Entonces el apellido tiene un gran significado, según me contaba mi papá: “papa” significa que hubo alguien que se dedicó a lo religioso en la familia, esta palabra “niko” descendientes de Nicolás —¡quién sabe cuál Nicolás!— y “lopoulos” que es como muchos apellidos griegos terminan.

¿Qué haces Lucero?

Bueno, como dije al principio, cada vez soy más yo (risas) esa es la tarea más grande a la que me dedico y hoy tengo una fundación: Primero Adentro. Y con Primero Adentro lo que busco es promover el bienestar de las personas; bienestar físico, mental y emocional, y promover los espacios para SER, la educación para SER. Y aparte de eso hago yoga, esencias florales, trabajo con sonido, con los cuencos tibetanos y apoyo procesos de transformación con coaching.

¿Hay algo que te defina?

La búsqueda… incesante, la curiosidad me define, las ganas de aprender.

¿Qué te motiva a levantarte todos los días?

¡Uash tremenda pregunta (risas)! Yo creo que eso mismo: la posibilidad de aprender cosas nuevas de mí y del mundo. Y de poder tener una vida libre y tranquila, ese sueño de vivir así. Eso me levanta. Y me levanta las ganas de compartir con otros.

¿Qué es la feminidad para ti?

Es, es… ese principio que recibe, transforma y crea algo maravilloso. Crea nuevas posibilidades.

¿Cómo fue crecer en tu casa?

Bueno yo crecí como hija única, recuerdo de crecer: tener unas conversaciones muy transcendentales con mi papá y eso siempre marcó mi relación con él. Y con mi mamá recuerdo siempre a una mujer que me apoyaba en todo lo que se me ocurría desde chiquita, entonces siempre me inventaba obras de teatro, bailes, cosas con las manos… y convocaba gente y mi mamá siempre estaba apoyándome en lo que yo me inventara. Ella como que me dio las alas para volar, así fue crecer para mí.

¿Algún suceso que haya cambiado tu vida?

Mi viaje a India. Es decir, la cambió pero yo sabía que eso iba a llegar. Diez años antes de ir a India yo declaré que yo iba a ir para allá. Pero ya después de estar allá y de regresar, mi vida ha sido otra. No porque yo lo haya decidido así, pero como que ese viaje fue tan transformador que desde que regresé me dediqué a algo distinto. Fue un antes y un después.

¿Cuál fue la experiencia que más te marcó en la India?

Bueno, hay muchas pero la que me llega en este momento para compartir. A los cinco días de haber llegado a India me inscribí en una meditación de diez días que se llama Vipassana, que es una meditación en silencio. Y me marcó porque marcó la pauta para el viaje. Por esa experiencia de meditación y de esta técnica de Vipassana, mi viaje de India no fue para encontrar un maestro, sino para encontrarlo dentro de mí. Y fue tan poderoso para mí que de allí en adelante yo la usé todo el tiempo. Entonces yo creo que eso fue un suceso que marcó profundamente mi viaje.

¿Qué te emputa?

La falta de claridad y asertividad, me emputa que se vayan por las ramas y que las cosas no se digan de frente, me parece que es muy importante decir las cosas como son y hablar de lo que hay que hablar.

¿Cuál sería tu mayor aspecto por mejorar?

Exigirme tanto. A mejorar entonces sería exigirme menos. Darme más suave y quererme más, creo yo. En el proceso de la transformación exigirme menos y hacerlo más amorosamente conmigo.

¿De dónde crees que viene eso, tiene alguna raíz?

Bueno yo creo que mi familia. No sé si al ser hija única quería ser una hija perfecta y tal vez como para que mi papá… no sé, me valorara o me reconociera porque como yo lo admiraba tanto tal vez yo me exigía para ser algo muy cercano a eso yo creería. Como para no incomodar, como que en la medida en que más perfecta sea menos voy a incomodar.

¿Te sientes bella?

Sí (risas). A mí manera, como decía al principio: cada vez más yo, creo que eso hace que pueda ser cada vez más bella.

¿Cuál es tu pócima secreta?

La sonrisa… el humor… la reflexión. La ligereza y la trascendencia.

¿Qué significa la trascendencia?

Transcender es pensar en algo más grande que yo. ¿Cómo puedo ir más allá de este tiempo y espacio, de esta materialidad? ¿Cómo me conecto con eso que es más grande que esta humanidad que yo tengo?

Cuéntame sobre Primero Adentro, sobre tu fundación.

Primero Adentro nació después de mi regreso de India y nació de esa ilusión de compartir con otros eso que yo venía descubriendo. Y pensé mucho en el nombre, porque para mí era muy importante que le pudiera hablar a todos. Hay muchas cosas que tienen nombres que nadie entiende, o que solo entiende una parte de la población. Entonces para mí fue importante esta frase o esta afirmación en español, que cualquier persona desde la más humilde hasta la más académica lo pudiera entender. Comencé como con prueba y error y hoy por hoy encontré un punto de equilibrio entre el camino de la consciencia y del servicio, de lo social. Creo que Primero Adentro fusiona las dos, y después de tres años vengo a entender que lo que hacemos es promover el bienestar de la manera que a cada quien le funcione, de acuerdo con lo que a cada persona le resuena más. Primero Adentro ofrece las herramientas y cada persona arma su pócima. Hoy por algún motivo estoy enfocada en trabajar con mujeres, sin decir que los hombres queden afuera. Creo que Primero Adentro está en la etapa de lo femenino.

¿Cuál es el proceso que llevas con mujeres?

Bueno hay un programa que se llama Flor de Loto; es un programa diseñado para trabajar con mujeres encarceladas. Y lo que busca es ofrecer un espacio de autocuidado, autoregulación y transformación a través de la práctica de yoga, de meditación, de espacios de coaching y de consciencia emocional que también se apoya con terapia de esencias florales. Eso por un lado, y por otro lado un programa de coaching diseñado para trabajar con mujeres alrededor del tema de la sexualidad para promover mujeres libres y auténticas que se puedan disfrutar su sexualidad.

¿Qué es lo que más te que ha gustado de trabajar con mujeres?

Como el afecto que se crea, la calidez que puede haber allí. Me parece que es magia. Cuando las mujeres se abren, cuando tú creas un terreno fértil, las cosas que se dan son muy bonitas y hay mucho afecto, mucha entrega y honestidad.

¿Qué es lo más difícil de ser mujer?

Negociar con hombres. En todos los niveles: negociar en lo laboral, negociar en lo personal. Creo que la palabra negociar tiene una connotación de poder. Y para choca un poco esa visión de que alguien tenga que tener el poder. Es difícil negociar con hombres cuando el mensaje que se envía es que nadie tiene el poder. Solo tiene que haber una solución que beneficie a todos. Me he encontrado con ese reto.

¿Crees que la mujer tiene un papel específico en la sociedad?

Ser. Permitirse ser. Creo que es un papel de todos. Pero en este momento, ese. Ser más mujer. Auténtica, libre, que se quiera. Que no le de pena ser mujer.

¿Por qué nos daría pena ser nosotras mismas?

Bueno, ¿por qué nos da pena decir que estamos enlunadas, que tenemos la regla? ¿O por qué nos da pena si nos manchamos en la calle? Cuando es algo biológico y totalmente natural. ¡Y me incluyo, me da pena! ¿Por qué nos da pena que aceptar que tenemos cambios emocionales? Eso es ser mujer. Hay un sistema que nos obliga a acercarnos “a lo otro”, a lo sin mancha, sin emoción, en un centro del que nada te saca, como si esa emoción fuera algo negativo, en vez de abrazar lo que somos.

¿De dónde crees que viene la competencia entre mujeres?

No sé si biológicamente tenga una razón, las mujeres en su interacción con el hombre, el “ser escogida” por el hombre, allí puede haber una raíz biológica de la competencia. La competencia a nivel psicológico, viene como de este mundo racional, paradigmas patriarcales que nos llevan a la competencia, cuando nuestra naturaleza es cooperar. Eso es parte de reafirmar la feminidad: recordar que nuestra esencia es cooperar.

¿Qué es lo más transgresor que has hecho?

(Risas) ¿Puedo hablar de sexualidad? ¡Oh por dios, esto va a salir! …Tener relaciones en el baño de mi oficina de la empresa de mis papás, cuando mi mamá estaba afuera. Y mi mamá tocando la puerta diciendo “¡Lucero abra la puerta, yo sé que usted está allí!” Y yo callada, luego salimos con cara de yo no fui. Era una fiesta de la empresa. Creo que eso es lo más transgresor que he hecho (carcajada).

¿Cómo ha sido trabajar con mujeres que están en la cárcel?

Por algún motivo muy extraño, me siento muy cómoda. Siento que es como prender una fogata en una noche muy oscura y muy fría. Y todo el mundo se quiere acercar a esa fogata y poner las manos. Y ese fuego ilumina las caras de quienes se acercan. Siento que eso ha sido: como calentar y poder iluminar las caras.

Dale play

Una canción Es gratis, Arnau Griso

Un libro I am that, Sri Nisargadatta Maharaj

Un apodo que odiaste “Cero”

Un agüero No caminar debajo de una escalera (risas)

¿Qué es la sexualidad? Creatividad, creación

¿El pudor? Innecesario

¿El aborto? Una decisión

¿La seguridad? Confianza, confiar

¿La felicidad? Una decisión

¿La religión? Confusión

¿La política? Poder

¿Qué te enamora? El afecto y las conversaciones

Un sabor Dulce

Una parte del cuerpo La boca

Una frase “Aquel que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta”. Carl Jung

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@primero_adentro

Seguiremos mirándonos a los ojos Luce. Gracias por ser tú.

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