19 dic 2017

STEPHANIA AYIOTOU

*Foto por: Cesilio

¿Quién es Steffi Crown?

Steffi Crown es una artista musical y visual. Trae con su arte todo un mundo y una expresión que representa la realeza callejera (risitas).

¿Cuál es el nombre real de Steffi?

Stephania Ayiotou Moya Gómez. A lo colombiano, completo (carcajada).

¿Cómo fue crecer en tu casa?

Fue algo muy diferente… Llegar a mi casa ya suponía hablar tres idiomas: inglés, griego y español. Mi papá es Griego de Chipre, educado en Nueva York y mi mamá es una caleña full salsera, bailarina. Un Diciembre en mi casa es una parte rompiendo platos y la otra pura colombianada. Esas dos culturas me representan y hacen de mí lo que soy hoy, una mezcla loca.

¿Con que valores fuiste criada?

Lo más valioso que aprendí de mi papá es la palabra. Pueda que un día no tengas nada, lo pierdas todo, pero si tienes tu palabra puedes reinventarte. De mi mamá, algo que se me viene a la mente inmediatamente es: gracia y armonía. Siempre me lo repetía.

¿Cómo llega Steffi a la música?

Lo que me une con la música en la raíz es la poesía. Yo comencé a escribir poesía desde los 9. Esa rabia pre-adolescente me llevo a eso. Era tratar de expresar lo que sentía a través de la escritura. Luego ya empece a cantar en bandas en el colegio, hacer covers de Nirvana. Así aprendí a cantar, pero siempre quise tener algo mío. No quería copiar, quería sonar como es Steffi. Mi búsqueda fue muy larga pero tenía muy claro que algún día tendría que llegar a ese sonido. Me dediqué al baile, la actuación, el cine, la escritura, pero la música siempre estuvo ahí. Yo sentía la necesidad de hacer música con alguien que me entendiera. Hace un año encontré esa pareja en Bogotá. Se llama Stornelli y tuvimos una conexión netamente espiritual… Me tiró los perros en FB, y me cautivó tanto que le paré bolas. Cuando empezamos hablar —y le expliqué lo que tenía en la cabeza— él ya tenía lo que era yo. Cuando me puso el beat de “Closing lights” la primera vez creo que lloré parce, fue muy basto. Era mi comienzo, hay cosas que uno sabe (sonrisas). Y ahora estamos en este viaje musical.

¿De donde nace toda esta inspiración?

Creo que de mis raíces. Nueva York me marcó, no sólo desde lo que me inculcó mi papá, sino desde mi propia experiencia, por ejemplo con el hip-hop. Pero no puedo dejar de lado la colombianidad de mi madre, la salsa, los tambores, la herencia africana, latina. Yo no puedo oír un tambor sin moverme -tengo una negra dentro de mí-. Cuando logramos meter esa tropicalidad con aires galácticos, que yo creo se sienten en mi música, supe que lo había encontrado. Stornelli es muy aire, y eso también le da un carácter muy bello a mi música.

Se dice que eres la nueva reina del trap ¿Cómo te enfrentas a un género tan nuevo?

Es muy chévere porque eres parte del comienzo de algo. Nada está definido. Nadie puede decirte que no lo estás haciendo bien, estamos en una nueva era en donde todo se puede probar. Los géneros se están disipando y nacen cosas nuevas. El mismo trap tiene mil diversificaciones, desde el que tiene gran influencia del EDM hasta lo más trash.

¿De qué te gusta hablarle a la gente?

Una de las razones por las que decidí quedarme en Colombia es el tema de la identidad. Siempre hablo que hay que amar lo que se es, hay que amar lo que uno es, hay que honrar lo que uno ha construido. No se puede querer ser lo que no se es para esperar ser glorificado o adorado… Lo que sea que uno escoja. Lo áspero es esa autenticidad. Y creo que eso es lo que provoca la sed de los que nos miran desde afuera, esa pureza.

¿Qué mujeres admiras o te inspiran en tu proceso artístico?

M.I.A. forever. Ella es lo que yo admiro ser como pop star. Y no hablo desde el querer imitarla, no. Hablo del símbolo que ella es. Es una mujer muy fuerte, -Daring- retadora… Obvio ella es parte del showbiz, pero saber que puede cagarse un poco en eso me parece fascinante. Ella es lo que es y no le pide perdón a nadie. Eso lo admiro.

¿Entonces Steffi quiere retar?

Claro, yo no estoy aquí para hacerte sentir cómodo. NO. No hago arte cómodo.

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en la música en Colombia?

Mirá que yo no he sentido esa energía machista. Entiendo que haya, pero no me considero víctima. En el parche rapero siempre fue bacano que vieran en mí un talento como “mirá, esa nena rapea”. Creo que cuando uno tiene confianza en la rima, se apodera de todo. Ha sido mucho amor y buena vibra.

¿Qué es lo que más te gusta del ser mujer?

La versatilidad (gran sonrisa). Tú puedes ser fuerte y frágil. Tienes el derecho de sentirte como quieras. Lo que no me gusta es que cuando no nos entienden, nos catalogan como “locas” y no estoy de acuerdo con eso. Los hombres podrían prestar más atención a veces.

¿Crees que se puede definir lo femenino?

No me atrevería hacerlo. Me parece estúpido. Entiendo la pregunta, pero creo que es como lo malo y lo bueno. Para cada quien cambia. Para mí, ser mujer, ahora que estoy llegando a los 30 y no tengo que probar nada, me siento más cómoda. Mientras yo esté bien conmigo, lo demás no importa.

Mi adolescencia fue muy picada y malcriada. Siempre tuve buena esencia. En el colegio a los bullies les pegaba, pero sí, muy loca, libre, rebelde, viajera, inquieta, buscando siempre un movimiento del cual ser parte más allá del que nos meten en la cabeza: trabajo, plata, familia. Siempre estuve obsesionada con los movimientos. Cuando viví en Nueva York yo quería encontrar algo como los Black Panthers, pero eso ya no existía y fue muy depresivo para mí. Parcharme con mucha gente y darme cuenta que no era lo que yo soñaba. Ahí me di cuenta que yo tendría que buscar lo mío. Hice un corto que estuvo en el Festival de Cannes en 2011, que se llamo “Mad Dame” (Dama Loca) y es así full pussy power y fue inspirado en mi mejor amiga de NY que se llama Donatella. En ese tiempo decíamos “we are not fuck daddy's girls”, pero ahora que lo pienso éramos las propias (risas). Estábamos perdidas pero gracias a ese bagaje evolucionamos. El corto se enfocaba en la traición y siempre he estado encintada con la fidelidad, la lealtad. Si no hay lealtad no hay nada.

¿Qué nos hace falta a las mujeres ahora?

Aprender a estar bien con uno SOLO. Ya somos mujeres empoderadas. Pero me parece que realmente y profundamente estar bien con nosotras mismas es lo más importante. Es difícil pero está dentro. Hay que tomarse el momento para darse cuenta de lo que hemos hechas y felicitarnos, estar orgullosas. Siempre estamos afanadas.

¿Cómo fue la noticia de estar invitada al Sónar 2017?

No pues fue… Además de que fue super bonita, pues tu país te demuestra que te respeta, pues te está poniendo en la tarima con Sigur Ros, te están dando confianza. Me pareció muy interesante que una marca como Sónar me buscara a mí… Ellos están dedicados a la música experimental electrónica y fue bacano saber que vieran el mundo de mi trap —un trap que considero está entre lo digital y lo callejero—. Por ejemplo, ahorita que nos estábamos preparando para el show con mi productor, le vamos a meter techno al set. Se que la gente va a preguntarse: “¿y esta quién es?” y quiero demostrar que se puede, se puede meter trap en el Sónar.

¿Cuál es tu siguiente meta por cumplir?

Coger la casa de arte que es Steffi Crown y sea muy clara esa estampa. Seguir puliendo mi lenguaje musical y visual.

¿Cuál es tu lado oscuro?

Necesitamos como una semana aquí sentadas marica (risas). No mentira, mi lado oscuro se genera a través de mis inseguridades. Bueno aunque también depende de que lado oscuro estamos hablando: ¿el negativo o el misterioso? (risitas) Yo creo que a mí me gusta el elemento del peligro. Me aburren las cosas perfectas, pulidas. Me gusta poder hablarle a un sicario y entender sus razones. No se trata de ser badass o gangsta', es un tema de gusto. Creo que es pura curiosidad. Ahí se casan mi tema de la lealtad y mi lado oscuro. Yo creo que ese parche sabe cuando la gente es sincera.

¿Si tuvieras un varita mágica que cambiarías del mundo?

El miedo. Le quitaría el miedo a cada corazón en esta tierra. Al mío también.

¿Qué mujeres han cambiado tu vida?

Katharine Hepburn, fue la primera actriz en usar pantalones en Hollywood, nunca se casó, no digo que no me quiera casar, pero fue una mujer muy libre… La Mala Rodríguez… Ell mezcla el ser muy sensual y poderosa. En general mujeres que hacen algo por los derechos y que dedican su vida a cambiar algo.

En varías ocasiones has mencionado lo importante que es ser poderoso para ti ¿Qué entiendes tu por poderoso?

La seguridad de no preguntar lo que sabes que es para ti la seguridad de no dudar.

¿Ese poder va conectado con lo que entiendes por empoderamiento femenino?

Pues mirá, eso va ligado a lo que uno le enseñan desde niñas. Nos dicen como vestirnos, sentarnos, hablar, etc. Todo eso es un condicionamiento… No estoy de acuerdo con lo que nos enseñaron que era ser mujer… No necesitas tanta protección como te dicen… Hay muchas cosas que puedes hacer por ti misma. Se me olvido tu pregunta pero creo que la respondí (risitas).

¿Qué admiras de los hombres?

Sabes que admiro y me entristece al mismo tiempo, el no poder mostrar emoción. Eso que les enseñaron lo admiro. La fuerza que tienen para no llorar y seguir, pero me da tristeza… Saber que el mundo podría ser diferente si pudieran llorar más.

¿Steffi te sientes bella?

Sí.

¿Como vives tu belleza?

Tengo mis rituales personales en mi finca con flores, piedras, aceites. Me tomo un día semanal para hacerme mis terapias, cuidar mi cabello, mi piel. Estoy empezando a decirme “te amo”. Cosas que antes buscaba afuera y ahora sé que tengo adentro.

¿Un suceso que cambio tu vida?

Luego de que terminé una relación súper fuerte, casi muero físicamente. Me di cuenta que estaba perdiendo el tiempo y ahí comenzó Steffi Crown.

¿Cómo nació Steffi Crown?

En un sueño, en un sueño. Estaba viviendo en Londres, me puse muy mal, me tuvieron que llevar a Chipre… Mi mamá me ayudo mucho, pero tenía una depresión muy profunda. Y tuve un sueño con un vestido azul con dorado… Mi mamá estaba enseñándome sobre el arcángel Miguel, como protegerme, y cuando soñé con el vestido lo relacioné con la luz que de él se habla. Me levanté y supe que tenía que hacerlo. Era mi cumpleaños, lo hice me lo puse y fuimos a un restaurante en el mar. El dueño me preguntó si yo era diseñadora y mi mamá dijo que sí. Me invitaron a un fashion show. La vida me puso ese reto y fue un éxito total. Ahí nació Steffi.

¿Qué le dirías a la Steffi de hace 10 años?

No pierdas el tiempo, no pierdas el tiempo y no dudes. Ni de tus canciones, ni de nada. A la Steffi de aquel entonces el diría “tírese al ruedo”.

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Un agüero Las puertas abiertas en mi pieza o los cajones abiertos o maletas (Mi mamá dice que chupan la energía)

Un libro La autobiografía de Katharine Hepburn

¿Qué es la sexualidad? Poder, fuerza

¿El pudor? Tierno

¿El aborto? Decisión, opción

¿La religión? Esclavitud

¿La política? Mentiras

¿Que te enamora? La sinceridad

Un lugar El mar